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La mitad de los españoles cree erróneamente que la homeopatía funciona

El 53% confía en los productos homeopáticos aunque el 76% recela de los curanderos

Empleados trabajan en una farmacia homeopático de Londres con los múltiples preparados que ofrecen.
Empleados trabajan en una farmacia homeopático de Londres con los múltiples preparados que ofrecen.GETTY IMAGES
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More than half of Spaniards continue to believe that homeopathy works

"Indique si se identifica con esta afirmación: los productos homeopáticos funcionan". Ningún estudio científico ha demostrado que estos remedios tengan valor terapéutico contra ninguna dolencia, y el Ministerio de Sanidad ya determinó que no tiene capacidades curativas. Sin embargo, más de la mitad de los españoles cree que sí, que la homeopatía funciona. En concreto, el 52,7% dice que se identifica mucho, bastante o algo con la afirmación inicial y son las personas con mayor nivel de estudios las que más confían en estos productos, según un estudio realizado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) con más de 6.300 españoles. Además, el 59,8% confía mucho, bastante o algo en la acupuntura.

Los grupos que más sobresalen de la media en la confianza hacia los preparados homeopáticos son las mujeres, personas que se identifican como de centro izquierda y que viven en ciudades. Los empresarios y los creyentes en "otras religiones" consideran en mayor medida que los productos homeopáticos son útiles. "La pseudociencia es un peligro", ha asegurado hoy el director general de Fecyt, José Ignacio Fernández Vera, durante la presentación del estudio, en Madrid. Fernández Vera se ha mostrado convencido de que los poderes públicos deberían hacer algo para tratar de sacar a los ciudadanos de este error. "Tenemos que ser mucho más estrictos con este tipo de cosas", defendió, "porque no son más que placebo".

Diapositiva con los resultados sobre pseudociencias.
Diapositiva con los resultados sobre pseudociencias.Fecyt

"Los datos son datos, unos esperanzadores y otros no tanto", dijo la secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, en la presentación del estudio, antes de celebrar que el interés por la ciencia de las mujeres haya crecido en la última oleada de la encuesta.

Ya hace dos años, en la anterior edición de este estudio bienal, se evidenció que el 50% de los españoles cree que estos preparados tienen alguna o mucha base científica, cuando no es así. Aunque la pregunta era distinta, muestra que en estos años se ha mantenido estable o ha crecido el respeto que los ciudadanos tienen por esta pseudoterapia sin aval científico. Estos preparados se pueden comprar en farmacias sin problemas, y muchas veces recomendados por los propios farmacéuticos, lo que puede contribuir a la confusión sobre su verdadera validez. Y todo a pesar de que un informe del Ministerio de Sanidad determinó de forma tajante: "En general, las revisiones realizadas concluyen que la homeopatía no ha probado definitivamente su eficacia en ninguna indicación o situación clínica concreta".

Los ciudadanos creen que la ciencia es más beneficiosa que perjudicial, pero cuando se les preguntó por aplicaciones concretas, hubo cuatro casos en los que la mayoría considera que provocan más perjuicios que beneficios: la energía nuclear (43,1%), el cultivo de transgénicos (33,4%), la clonación (31,3%) y el fracking (27%)

Este año es el primero en el que se incluyen en este estudio preguntas sobre la confianza de los ciudadanos en prácticas paranormales o pseudocientíficas. Al margen de la homeopatía, al preguntarles por otras pseudociencias los españoles muestran una importante desconfianza de los horóscopos (un 83,9%), de los fenómenos paranormales (76,7%), de los curanderos (76,3%) y de los números y amuletos de la suerte (71,3%). Esta es la octava encuesta de Percepción Social de la Ciencia que, de manera bienal desde el año 2002, realiza Fecyt, fundación que depende del Ministerio de Economía.

Respecto a la imagen que los ciudadanos tienen sobre la ciencia, más de la mitad (un 54,4%) afirma que ésta tiene más beneficios que perjuicios frente a un escaso 5,8% que afirma que tiene más perjuicios que beneficios. Cuando se preguntó a los ciudadanos por aplicaciones concretas de la ciencia y la tecnología, hubo cuatro casos en los que la mayoría considera que provocan más perjuicios que beneficios: la energía nuclear (43,1%), el cultivo de transgénicos (33,4%), la clonación (31,3%) y el fracking (27%). No obstante, en todos estos casos el porcentaje de rechazo se ha reducido sustancialmente desde el anterior estudio, aumentando sobre todo el apartado de quienes aseguran no tener opinión. Salvo el caso de los cultivos de plantas modificadas genéticamente, que crece su aprobación del 17,3% al 22,8%.

Además, como señaló la secretaria de Estado, el interés de las mujeres por la ciencia ha subido del 9,9% en 2014 al 13,7% en 2016, reduciendo a la mitad la brecha de género. El porcentaje de españoles que sigue la ciencia y la tecnología con interés ha pasado del 6,9% en 2004 al 16,3% en 2016, que sigue siendo mayor entre los jóvenes (23,1%) aunque aumenta más en el tramo de edad de 45 a 65 años.

El Sol ya no gira en torno a la Tierra

Hace dos años, en la anterior edición de la encuesta de Percepción Social de la Ciencia, llamó especialmente la atención que una cuarta parte de los españoles creyeran, por error, que el Sol gira alrededor de la Tierra. Aunque este dato se explicaba especialmente por grupos sociales y de edad con peor escolarización, hubo especialistas que señalaron que la clave podría estar en la forma en la que se realizó la pregunta: planteando la oración errónea y preguntando a los encuestados si creían que era cierta o falsa. Este año, se cambió la forma de preguntar sobre el geocentrismo, planteando las dos opciones, la correcta y la equivocada, dejando que eligieran la adecuada. De este modo, los españoles que consideran que el Sol da vueltas en torno a la Tierra ha caído del 27,5% de 2015 hasta el 11,7%.

En general, los resultados de alfabetización científica mejoran los de las ediciones previas, al situarse en una nota media de 7,66 sobre 10, frente al 6,39 de 2014 y el 5,09 de 2006. Además, los ciudadanos perciben un déficit en su formación en ciencia aunque desciende del 47,1% al 44,2% el porcentaje de los que creen que su educación en este apartado es baja o muy baja. Destaca que los jóvenes de 15 a 24 años perciben una mejor educación científica que la media, pues solo un 29,9% la califica de baja o muy baja.

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Sobre la firma

Javier Salas
Jefe de sección de Ciencia, Tecnología y Salud y Bienestar. Cofundador de MATERIA, sección de ciencia de EL PAÍS, ejerce como periodista desde 2006. Antes, trabajó en Informativos Telecinco y el diario Público. En 2021 recibió el Premio Ortega y Gasset.

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