Secret, la nueva aplicación del momento y el problema del mal uso del anonimato

Secret, la nueva aplicación del momento y el problema del mal uso del anonimato

Secret, la nueva aplicación del momento y el problema del mal uso del anonimato - Secret-Magritte-The-Lovers-800x600

El anonimato es sin lugar a dudas la mejor herramienta para expresar con seguridad emocional lo que pensamos y sentimos, ya sea algo que nos aqueja, algo que nos molesta, algo que nos da felicidad o también, para realizar denuncias ciudadanas sin correr peligro de alguna persecución o represalia en nuestra contra, pero este último tópico es digno de otro artículo en donde se debata la pésima seguridad social y libertad de expresión controlada por fuerzas fácticas. El motivo de esta nota es para hablar de Secret, la nueva aplicación sensación que ha tenido un boom muy fuerte en las últimas semanas, sobretodo en países latinoamericanos, y es por una sencilla razón, permite al usuario expresarse libremente en completo anonimato.

A pesar de que Secret fue lanzado en enero de este año (2014), la aplicación comenzó a ser muy popular en la web en las recientes semanas, debido a que ofrece una seguridad inquebrantable en el anonimato de los mensajes publicados, de tal forma que, tanto el autor, como el mensaje en si, están protegidos y cifrados. Secret es una red social más, por lo tanto, funciona con tus amigos, relacionando coincidencias con el número de teléfono y si lo deseamos, con nuestro perfil de Facebook, a medida que tengamos más amigos con la aplicación, veremos como el timeline irá creciendo, pero eso si, nunca sabremos quién publica qué cosa, solo sabremos si es un amigo, o un amigo de un amigo.

Secret, la nueva aplicación del momento y el problema del mal uso del anonimato - secret-app

Hasta aquí la aplicación funciona de maravilla, tiene un nicho muy grande en donde las personas pueden encontrar un espacio en donde expresarse libremente sin pudor y desahogarse, pero en la práctica, la aplicación se ha convertido en sinónimo de troleo extremo, insinuaciones sexuales, comentarios racistas y de intolerancia, y lo peor de todo, es que muchas veces dichos mensajes vienen de personas que de momento consideramos nuestras amistades (o bien, “amistadas extendidas” en Facebook). Secret es sumamente divertida, cuando se sabe usar y no se utiliza para echar mala leche o mala onda sobre alguna persona en específico, de hecho, en sus TOS (reglas de uso), expresamente piden a los usuarios nunca revelar la identidad de un tercero y no hacer comentarios con información personal o de ofensa, los cuales, como en todas las ocasiones, son violados e ignorados.

Claro está que el problema no es de Secret, nunca la tecnología o el medio son culpables del uso que sus usuarios le den, pero de igual forma comparten culpa como los mismos usuarios al no moderar los comentarios o emitir algún reporte sobre las publicaciones que de verdad están fuera de lugar. El problema es sobre como concebimos el anonimato como ciudadanos, en donde limitados por las reglas de una sociedad muy rígida y conservadora, nos sentimos sin ninguna atadura para expresarnos, criticar, ofender, sentirnos aliviados, entre otras emociones más.

Por otra parte, ya son varias las noticias que se van publicando acerca de los errores de seguridad que tiene la aplicación, el cual bajo ciertos métodos, permite saber quién es el que publica el mensaje, rompiendo drásticamente la razón de ser del servicio. Como todo sistema, este no se salva de la premisa de la perfección absoluta, y debido a su gran popularidad, ha comenzado a ser un punto de interés para expertos en seguridad, quienes demuestran las vulnerabilidades de la misma.

Solo pensemos en la hipotética (pero muy factible) situación en donde se descubre un agujero de seguridad, en donde cualquier usuario puede descubrir que persona publicó cada mensaje, ¿nos sentiríamos a gusto con lo que hemos publicado?. Lo mejor de la libertad de expresión, es el respeto que se tiene al comunicarse, mantengamos nuestra cordura también en línea, en donde los aficionados del internet y de las nuevas tecnologías no vemos un mundo “virtual”, sino una extensión de la realidad que potencia nuestras relaciones humanas.

Secret, la nueva aplicación del momento y el problema del mal uso del anonimato - noticia170214082459

De hecho, un caso bastante similar se ha desatado en Brasil, en donde un juez ha dictado sentencia para la eliminación de la aplicación en las tiendas de Apple y Google por que es un servicio que supone una herramienta perfecta para atacar el derecho al honor y a la imagen de las personas sin posibilidad de defensa ni consecuencia alguna. En donde vemos que la libertad de expresión debe estar “regulada” a medida que se falte al respeto sin objetividad o se condene sin pruebas suficientes, los actos de las personas.

Pero seamos duramente sinceros, a quién le interesa saber con cuantas personas se ha relacionado sexualmente cierta persona, o determinada preferencia sexual que tenga, si lo que se desea es tener un encuentro íntimo, o tener citas, existen otros servicios de la vieja escuela como match.com o algunas nuevas aplicaciones que permiten te relaciones con tus amigos para acordar un encuentro amistoso-sexual con tus amistades si hay una coincidencia como es el caso de la aplicación Tinder.

Espero realmente que con el tiempo no comencemos a escuchar otro tipo de noticias en donde los títulos sensacionalistas reporten la muerte de usuarios por críticas y/o ofensas en Secret, en donde echemos culpa a la aplicación, porque de hacerlo, caeríamos en otra mentira más, de querer ocultar lo que es más que evidente y de lo temibles que podemos ser cuando estamos bajo la protección del anonimato.

Por último y no por ello menos importante, este artículo no pretende establecer reglas de como utilizar alguna aplicación o es un ataque hacia el recurso del anonimato, el cual considero es un recurso válido, poderoso y necesario en cualquier sociedad; sino invitar a la reflexión de los actos y a utilizar los servicios con respeto y no desvirtuar una gran oportunidad que tenemos de pasarla bien, en secreto.