El fichaje que todos deseaban, directiva, cuerpo técnico y aficionados, vuelve a lucir de blanquiazul. Con el dorsal número 2 a la espalda, algo extraño para un jugador con su capacidad de desborde, para señalar también su segunda temporada en Martiricos. El culebrón fue larguísimo, el pasado mes de enero se iniciaron los contactos para prolongar su continuidad en el club al menos una campaña más. Medio año después, el club se salió con la suya. Pese a las múltiples variables que fueron regando el asunto, el jugador confirmó ayer la palabra que hizo valer en todo momento, que jugaría en el Galatasaray o vendría aquí. "Rechacé varias ofertas. Había de Arabia Saudí, una de Inglaterra, también había equipos españoles interesados en mí y otras opciones. Tuve que decir que no a varios clubes, pero no fue difícil para mí elegir el Málaga".

La de ambas partes es una historia de agradecimientos. De la entidad de Martiricos por haber hecho valer su promesa por encima de otros cantos de sirena y del futbolista por el esfuerzo económico afrontado por los dirigentes para hacer posible su presentación ayer en La Rosaleda. "Fue una pretemporada con mucho rumores, leía algunas noticias en la prensa turca, pero eran mierda. No sabía lo que se escribía aquí. Yo desde el principio le prometí al señor Shatat y al señor Casado que tenía dos opciones, quedarme en el Galatasaray o regresar al Málaga. En el Galatasaray era complicado porque había un tope de cinco extranjeros, así que hablé con el entrenador, Prandelli. Me dijo que tenía la oportunidad de quedarme allí, pero que quizá no iba a jugar mucho. Lo importante para un jugador es mejorar, ser importante, tener la oportunidad de jugar al fútbol cada fin de semana y por eso decidí venir a esta ciudad maravillosa y este maravilloso club. Ojalá podamos conseguir buenos resultados y un gran fútbol", contó Amrabat.

Y la afición, tan contenta. De hecho, en torno a medio millar de seguidores se presentaron en la grada de Tribuna para volver a verlo de corto dando toques al balón. A petición de la grada, el holandés besó el escudo y firmó bufandas y autógrafos en pleno clima de euforia. Ahora los blanquiazules confían en verle de nuevo como un referente en el campo, algo que no sólo no le asusta, sino que le motiva. "Presión no hay. Para mí es un placer jugar y siempre intento dar el cien por cien. Hay jugadores con gran experiencia, Duda, Kameni, Sánchez, Angeleri... A mí me gusta ser un líder en el campo para ayudar al equipo en la defensa, en el ataque. Si juegas bien, eres importante para el equipo y automáticamente te conviertes en un líder. Tenemos gente importante en el equipo para ser líder y eso es bueno".

En la misma línea de sinceridad mostrada siempre, no quiso dar esperanzas infundadas acerca de que la empezada no sea su última temporada como blanquiazul. "No sé, es una pregunta difícil. Por el momento, estaré aquí un año. Hay una opción de compra y, si lo hago bien puede que el club me compre y me quede. No se sabe nunca, por el momento es sólo por un año", insistió el extremo holandés, que ya está focalizando todos sus esfuerzos en mejorar lo conseguido la temporada pasada a título individual: "En mi cabeza está hacer un muy buen año. Todos los años intentas mejorar. Espero empezar bien la temporada, espero hacerlo mejor, dar más pases y hacer más goles que el año pasado".

También confía en que el equipo mejore el rendimiento mostrado durante su etapa la pasada campaña y poder optar a cotas altas. "Disfruté en mis cuatro meses aquí. Lo más importante para un jugador es jugar y aquí tengo la oportunidad de hacerlo. Se lo dije a los dirigentes, me contaron sus planes, que son grandes, pero yendo paso a paso. Si ves ahora al nuevo entrenador, los nuevos jugadores, los directivos haciendo buenas cosas... Todo va en buena dirección para hacer esas cosas. Me gusta estar aquí y participar en esos planes. Espero que hagamos una buena temporada, lograr buenas cosas y ojalá conseguir esas que la gente no se espera en estos momentos", comentó abriendo veladamente la puerta a una clasificación para competición europea.

Ha habido cambios en la plantilla con la que el mediocampista colaboró para lograr la permanencia, aunque no tantos como el verano anterior. El jugador cedido por el Galatasaray no ha tenido mucho tiempo aún para conocer a los nuevos, aunque se atrevió a aventurar, si bien de manera tímida, de que esta plantilla puede dar más alegrías. "Vi el partido contra el Athletic y fue un partido bueno. El equipo es realmente bueno. Hay buenos jugadores, jugadores experimentados, un buen entrenador. Es diferente al equipo del año pasado. La organización parece mejor, pero eso se verá a final de temporada y lo dirán los resultados. También pienso que el entrenador del año pasado era bueno".

Amrabat tuvo que cambiar su agenda para poder estar en la presentación. Y es que tenía que viajar a Marruecos para concentrarse con su selección, que los días 3 y 7 jugará sendos amistosos ante Catar y Libia. Finalmente, pospuso su marcha a la tarde. El Málaga tendrá que familiarizarse con esta situación, ya que este año es de Copa África, que precisamente se disputa en el país de adopción del holandés, lo cual le hará perderse algunos encuentros ligueros al centrocampista. "En enero tenemos la Copa de África y creo que seré parte de la plantilla. Es duro, porque es jugar con tu país, pero te pierdes tres o cuatro partidos aquí. Estamos expectantes, ¿qué puedo decir?".