El obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, lleva en el cargo desde febrero pasado. Y los siete meses transcurridos desde su toma de posesión han sido suficientes para que, al margen de entrar en contacto con la reivindicación de los bienes eclesiásticos de las parroquias oscenses, se haya dado cuenta de que el gran problema de su diócesis es la despoblación.

"El Alto Aragón necesita ser revitalizado", subrayó ayer el obispo delante del presidente de Aragón, Javier Lambán. "Paso por cada uno de los pueblos de estos valles preciosos que tenemos y lo que veo es que les falta población", explicó. "Con este patrimonio artístico que tenemos, más el patrimonio humano que es el pueblo de Aragón, ¿no podemos mirar más alto y buscar soluciones de futuro?", preguntó.

Para Ángel Pérez, que es de Ejea de los Caballeros, al igual que Lambán, las iglesias de los pueblos y aldeas de su zona podrían ser "el pretexto para generar futuro en el Alto Aragón.

En referencia a las piezas que Aragón reclama, 113 en total, el obispo propone que puedan ser disfrutadas "por todos". De ahí que ayer sugiriera "hacer una especie de marca del románico, como en Castilla-León". Como la provincia de Palencia, que se ha convertido en un foco de atracción de los amantes del arte medieval gracias a las iglesias y ermitas que salpican su paisaje.

"Lo que hay que hacer es que esto nos sirva de pretexto y de desafío", reiteró Pérez, que tiene en mente la elaboración y difusión de rutas que ayuden a los turistas a visitar los lugares de interés artístico y arquitectónico de la provincia de Huesca. En su opinión, esta apuesta debería ir acompañada de otras ofertas, incluida la gastronomía, y con mejoras en las comunicaciones telefónicas en áreas de montaña.

Precisamente, Lambán tuvo ayer también ocasión de ver lo acertado de la propuesta del obispo, dado que tras la reunión de Barbastro se dirigió a Roda de Isábena a visitar su bella iglesia parroquial.