Las recientes demostraciones de poder militar y control territorial de las llamadas, hasta hoy, Bandas Criminales, ha generado un cambio en la estrategia para combatirlas; la Directiva ministerial 0015 de abril del presente año, aunque aún no reconoce la orientación política de los actuales Grupos Armados Ilegales y trata de aminorar la ligazón de estos con las organizaciones paramilitares, admite la complejidad y alcance de éstas agrupaciones ilegales y pasa a denominarlas Grupos Armados Organizados o GAO.

Esta reconceptualización de acuerdo con el profesor Juan Diego Restrepo se produce porque: “…el Ministerio de Defensa reconoce que algunas de las estructuras armadas ilegales posdesmovilización, entre ellas las llamadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia, tienen alcance nacional e internacional, sus integrantes se han concertado para cometer diferentes delitos con distintas finalidades, han alcanzado un alto nivel de hostilidades que supera las tensiones y disturbios normales, y poseen una estructura armada organizativa que cuenta con un mando que ejerce liderazgo o dirección sobre sus miembros…” (http://bit.ly/1VMJ0fq).

Así las cosas, los paramilitares que pasaron a ser BACRIM por Directiva ministerial en 2011, hoy mutan, por la misma causa en GAO, una nueva caracterización que procura dar a las Fuerzas Armadas licencia para combatir agrupaciones como los Usuga.

Pero el problema parece ser el mismo, el clan Úsuga es un sustrato de la Casa Castaño, su máximo jefe, Dairo Úsuga u Otoniel, fue mano derecha de Daniel Rendón Herrera o Don Mario, y de Vicente Castaño. Su radio de operación es el sur de Córdoba, norte de Chocó, Bajo Cauca antioqueño o la región de Urabá. Es decir, lo mismo que antes (http://bit.ly/1QVsQIE).

En lo que concierne al municipio de Itagüí la Policía Nacional reconoce la existencia, a la fecha, de diez (10) grupos armados ilegales distribuidos por todo el territorio municipal, agrupaciones que a su vez se entroncan a estructuras de mayor rango como: La Oficina de Envigado y el Clan Usuga (Ver: Clan Usuga en Itagüí: http://bit.ly/1q7k7gp)

Si bien se han dado duros golpes a los grupos armados del municipio y el Pacto de Fusil sigue operando generando una disminución en algunos indicadores de violencia, las dinámicas económicas y sociales que propalan estos grupos permanecen indemnes.

Los GAO, engendrados  después de la “desmovilización” de las AUC, se constituyen en la principal amenaza de vulneración a los derechos de la población civil, por tal motivo es imprescindible que la estrategia de seguridad en lo municipal no desestime la capacidad de coerción de estos grupos, consideré la reconfiguración de los grupos armados ilegales, avizoré modificaciones en el Pacto de Fusil y preste atención a los llamados que hacen las organizaciones defensoras de derechos humanos.

Fuente: Corporación Nueva Gente de Itagüí. / https://www.facebook.com/corpo.nuevagente/