Giro
Como la tarde
que posó una mínima
caricia en tu desnudo,
o el sol dando en tu vientre;
como la tarde toda desprendida
sobre tu seno blanco;
como la tarde me detengo absorto
en la maleza débil de tu voz
y giro en torno a ti,
como la tarde,
deshaciendo este lecho
que ahora esconde en su entraña
tu delirio.
José Lupiáñez
El lamento de Dor-lómin
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"𝕄á𝕤 𝕒𝕝𝕝á 𝕕𝕖 𝕔𝕦𝕒𝕝𝕢𝕦𝕚𝕖𝕣 𝕫𝕠𝕟𝕒 𝕡𝕣𝕠𝕙𝕚𝕓𝕚𝕕𝕒/ 𝕙𝕒𝕪 𝕦𝕟 𝕖𝕤𝕡𝕖𝕛𝕠 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝕟𝕦𝕖𝕤𝕥𝕣𝕒 𝕥𝕣𝕚𝕤𝕥𝕖 𝕥𝕣𝕒𝕟𝕤𝕡𝕒𝕣𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒" Alejandra Pizarnik.
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Lingüista y filólogo. Escritor. Profesor universitario.
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Palabras que llegan con el viento, ríos, y rayos de sol, al corazón de un aprendiz de la poesía
Una vez soñé que soñaba que los sueños podían hacerse realidad
Narn i Dor-lómin 
🙂
Marramamiamooooo!!! ❤
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8 septiembre, 2014 en 16:50
Delirio tiene pecas de mentira que una vez fueron lunares de verdad.
Se estira buscando el límite de un sueño que habla con tus labios.
Y como tus labios, se hace sinuosa y sensualmente sonriente.
Delirio es pelirroja aunque su piel sea rubicunda.
Cuando la tarde la rodea y se cae de golpe en un instante,
se prende de fuego y hasta humea.
Y en los puños de los embozos cose llamadas de sirena.
Como si cada borde fuera una orilla
donde el vaivén de tu aliento
levanta su piel de olas espumosas.
Y es Delirio no ya un nombre sino esencia.
Vestida de calor y sin tu calor su frío…
Delirio quiere que cada día sea atardecido
y rompas en su arena el susurro de tu pleamar…
Vestida al revés.
Como el agua, con las enaguas de tus dedos como encaje íntimo
y la imposible calidez de tus palmas como prohibida ropa interior…
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4 septiembre, 2014 en 23:47
Me ha parecido oir que me llamaba una linda Gatita… ❤
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7 septiembre, 2014 en 13:03