Dos policías locales de paisano, en coches camuflados, y una patrulla nocturna con dos agentes vigilan 24 horas al día la casa de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo. Los dos primeros pertenecen al Grupo Operativo de Intervención Rápida (GOIR), un cuerpo especial creado en el año 2011 y entre cuyas funciones está la «protección de las autoridades de las corporaciones locales»; el segundo es simplemente un vehículo que se destina dentro del operativo nocturno, con la misión de no perder de vista el chalé de la regidora.
En total, y según estimaron fuentes de la Policía Local, entre libranzas y turnos hay unos siete agentes dedicados exclusivamente a velar por la seguridad de la primera edil alicantina, aún cuando está fuera de su horario laboral. De hecho, su casa en playa de San Juan está bajo vigilancia permanentemente, independientemente de si está ocupada o no.
Según ha averiguado EL MUNDO, este dispositivo se puso en marcha desde el día del pleno en el que se convocó una manifestación para exigir su dimisión (el 30 de septiembre). Castedo movilizó a asesores y partidarios -entre los que se encontraba al menos un antiguo colaborador del jefe de Brugal, el empresario Enrique Ortiz- para contrarrestar la protesta en la calle. La tensión en la cita municipal fue máxima, con diputados de EU y Compromís interrumpiendo el pleno a gritos para solicitar la renuncia de la alcaldesa; también hubo parte del público pro-Castedo que no escatimó en insultos contra el líder municipal de EU, Miguel Ángel Pavón.
El dispositivo de vigilancia en casa de la alcaldesa ha continuado activo hasta hoy, y la mayor parte del cuerpo de la Policía Local desconocía de su existencia. El GOIR es un cuerpo de operaciones especiales creado a finales del anterior mandato y que está compuesto por personal «de alta cualificación», según informaron en la Concejalía de Seguridad. Su objetivo principal es «servir de apoyo al resto de unidades para poder atender, de forma inmediata, las reclamaciones de los ciudadanos».
Sin embargo, entre la lista de funciones se incluyó también la de «protección de las autoridades», sin entrar en más detalles. El concejal de EU Dani Simón criticó esta cláusula y aseguró que, con ella, «el PP se garantiza una guardia pretoriana que, además, utiliza como ariete en las protestas de los funcionarios», en referencia a su presencia en una concentración de auxiliares administrativos.
El portavoz de EU, Miguel Ángel Pavón, consideró «lícito» que se vigile a una autoridad municipal «si existe un motivo fundado para ello». «Entendemos que ésta es una de las funciones que tiene que tener la Policía Local». Sin embargo, indicó que cree que es «necesario» que «se den explicaciones sobre por qué hay que desviar recursos de Seguridad durante 24 horas al día para vigilar el domicilio particular de la alcaldesa». «Entendemos que estará justificado, pero debe existir un buen motivo para ello», concluyó el edil.
