¿Qué cubano no conoce la historia del David que sí logró imponerse a Goliat? ¿Cuál no ha escuchado las anécdotas de los valerosos combatientes vietnamitas en la guerra de liberación nacional y luego contra la agresión estadounidense?
La proeza de Dien Bien Phu, por ejemplo, que condujo al colapso del aparato militar francés en Indochina en 1954, es una de las imágenes más recurrentes cuando pensamos en la historia de luchas del hermano país.
Igualmente nos remontamos a las concepciones políticas y las estrategias militares que aprendimos de Ho Chi Minh y del General Vo Nguyen Giap, así como a la capacidad de resistencia de millones de vietnamitas que defendieron su patria hasta la muerte, con desventajas en cuanto al armamento.
Entre las tantas figuras emblemáticas de la revolución vietnamita destaca una muchacha de apenas 20 años que se enfrentó cara a cara al enemigo, y con solo una sonrisa. Me refiero a la heroína Vo Thi Thang, quien falleció el pasado 22 de agosto en Ciudad Ho Chi Minh, a los 69 años de edad.
Su historia es globalmente conocida. Desde niña se integró a las milicias de autodefensa en su provincia natal Long An y luego participó en el movimiento juvenil de resistencia antimperialista, en preparación para la Ofensiva General del Tet de 1968. En ese periodo, fue arrestada por las fuerzas invasoras y condenada a 20 años de prisión.
Después de escuchar el veredicto del tribunal militar auspiciado por el régimen títere pro americano de Saigón, dijo con una sonrisa a los jueces que seguramente ese gobierno no se prolongaría hasta que se cumpliera la sentencia. Un fotorreportero japonés capturó el momento de la profecía, que se convirtió en la obra inmortal La sonrisa de la victoria.
La firme convicción en la causa del Partido y la nación vietnamita le ayudaron a superar todos los obstáculos en las prisiones enemigas, incluyendo la de Con Dao, también llamada “Infierno en la tierra”.
Cuando se logró la liberación del Sur y la reunificación nacional en 1975, Vo Thi Thang fue excarcelada y por sus grandes contribuciones a la Revolución, fue condecorada con las Órdenes de Independencia y de Trabajo, entre otras distinciones.
Con una militancia de cuatro décadas en el Partido, se desempeñó en dos mandatos como miembro del Comité Central y diputada al parlamento, vicepresidenta de la Unión de Mujeres y jefa de la Administración Nacional de Turismo.
Vo Thi Thang también estuvo muy cerca de los cubanos. En 1975 visitó La Habana y se reunió con la presidenta de la Federación de Mujeres y heroína cubana Vilma Espín. Tres años más tarde repitió su visita para participar en el XI Festival de la Juventud.
Asimismo, a finales de la década de los 90 tuvo la oportunidad de conocer una escuela primaria que lleva su nombre en el municipio habanero de Playa.
Hasta el 2003 ocupó la presidencia de la Asociación de Amistad Vietnam-Cuba y nuestro país le otorgó las Órdenes de la Amistad y la de Ana Betancourt.
Conocida en todo el mundo por su sonrisa de la victoria, esta revolucionaria de indoblegable espíritu constituye un símbolo de la heroicidad de la mujer vietnamita, y del sexo femenino en general.
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jose marrero dijo:
1
29 de agosto de 2014
07:33:08
manoflamancha dijo:
2
29 de agosto de 2014
08:06:53
diego dijo:
3
29 de agosto de 2014
08:18:46
Roberta Lunches dijo:
4
29 de agosto de 2014
14:32:56
MARIA M RAMÍRES AGUILERA dijo:
5
29 de agosto de 2014
22:07:40
El Oriental dijo:
6
30 de agosto de 2014
19:51:40
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