Muchos de los lectores del diario británico The Independent tienen ya Vigo en su agenda de escapadas vacacionales Simon Calder, corresponsal de viajes, propone una visita de 48 horas a la ciudad en un artículo publicado hace unos días en la que, desde luego, no hay tiempo para aburrirse. Rutas a pie por los lugares más interesantes del centro, museos, compras en centros comerciales, viajes en Vitrasa para moverse a Samil y A Guía o coger el ferry a Cangas, contemplando la puesta de sol al regreso, son algunas de sus ideas para exprimir el tiempo en Vigo.

Calder explica además que estas fechas son perfectas para la visita, ya que se puede disfrutar del "Reconquest festival", con mercadillos y actividades en el Casco Vello. Para la primera jornada propone subir a O Castro y contemplar la "formidable bahía" desde la fortaleza construida para defender la ciudad de la Royal Navy y el ejército portugués. El siguiente paso sería bajar a Porta do Sol, moverse por el "laberinto de calles" del barrio histórico y llegar al paseo del Náutico. Una parada en la estatua de Julio Verne es obligada antes de subir a Príncipe, donde se resalta el Museo de Arte Contemporáneo.

El artículo sugiere varios bares, restaurantes y tiendas en el centro para reponer fuerzas y hacer compras, y de la gastronomía destaca el marisco, el pulpo (acompañado de vino blanco) y la merluza a la gallega.

Para el segundo día, además de visitar la Concatedral Santa María del casco histórico, el plan propuesto es coger la L17 hasta la ermita de A Guía para disfrutar de una "espectacular panorámica". También en bus es obligatorio acercarse a Samil, y aprovechando el regreso los turistas británicos pueden parar en el Museo del Mar. La "guinda del pastel" es tomar el ferry a Cangas y regresar a tiempo para ver ponerse el sol. No se menciona una de las principales joyas de Vigo, las Islas Cíes. Por lo demás, 48 horas dan para mucho.