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El ESP cumple 20 años salvando vidas
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EL “ANGEL DE LA GUARDA” ES OBLIGATORIO EN LA UE

El ESP cumple 20 años salvando vidas

Obligatorio desde octubre de 2014 en todos los coches y vehículos comerciales matriculados en Europa

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Han pasado ya 20 años desde que la marca alemana Mercedes introdujo en un vehículo de su Clase S un innovador sistema de seguridad conocido como ESP, por sus siglas de Electronic Stability Program. Este equipamiento, al que se conoce como el “ángel de la guarda de los conductores”, es obligatorio en todos los coches y vehículos comerciales nuevos matriculados en la UE desde el 31 de octubre de 2014 sin excepción.

Este sistema fue desarrollado por la marca alemana Bosch que produjo la primera unidad en el año 1995 para instalarla en un Mercedes Clase S. Y aunque es conocido mundialmente con estas siglas de ESP, muchos fabricantes tienen una denominación propia para este sistema. Por ejemplo, Porsche lo denomina PSM, Porsche Stability Management, o también DSC en el caso de BMW, o en Volvo DSTC (Dynamic Stability Traction Control) o también ESC (Electronic Stability Control en otros fabricantes. Pero es siempre el mismo sistema.

Básicamente el ESP funciona como un asistente para el conductor que mediante los sensores del ABS, el sistema antibloqueo de frenos, controla en todo momento el movimiento de todas las ruedas. En base a todos estos datos, y con otros del ángulo de giro del volante, de la presión sobre el acelerador y de otros muchos parámetros, el sistema determina cuándo el conductor necesita ayuda y la aplica automáticamente para volver a poner el vehículo en su posición ideal.

La obligatoriedad de equipar los vehículos con el sistema ESP forma parte de un amplio paquete de medidas adoptadas por la Comisión Europea para mejorar la seguridad vial en las carreteras europeas. Según algunos estudios realizados por Bosch, el ESP puede evitar el 80% de los accidentes producidos por un derrape y con ello se pueden evitar muchas salidas de carretera, uno de los accidentes más comunes y peligrosos en las carreteras.

El éxito mundial del ESP contribuye también a reforzar el objetivo perseguido por la ONU a través de su iniciativa “Década de la Seguridad Vial” de 2011 a 2020. Esta campaña quiere contribuir a reducir a la mitad el número de muertes por accidentes de tráfico desde ahora hasta el año 2020. Según los últimos estudios realizados, los accidentes de tráfico se cobran anualmente la vida de 1,3 millones de personas en todo el mundo.

El ESP se puso en marcha inicialmente en vehículos del segmento Premium, el Clase S de Mercedes, el Lexus LS, el BMW Serie 7, y era una opción muy cara. Poco a poco eran cada vez más coches los que lo montaban, pero siempre los más caros. La democratización del ESP llegó con el Mercedes Clase A. Este pequeño coche alemán, en el año 1997, tuvo un percance cuando un periodista nórdico hizo la prueba del alce con este coche y como consecuencia volcó. La marca alemana estudió el problema y decidió montar de serie en todos los Clase A el ESP. Y desde entonces se generalizo muy rápidamente.

El punto de partida son los sensores del ABS instalados en cada rueda. Gracias a la información que generan, el sistema conoce en todo momento cómo está girando cada una de las ruedas. Además, y gracias a otros muchos sensores repartidos por el vehículo tiene datos en tiempo real sobre el comportamiento del coche, sobre aceleración o frenada. En base a todo ello el alma electrónica del ESP analiza estos datos y en función de la situación actúa.

Para evitar el derrape del vehículo, el sistema reduce primero el par de giro del motor con el fin de estabilizar la trayectoria. Si eso no fuera suficiente, frena también las ruedas selectivamente y de forma individual, en función de la situación, de la posición del coche y demás, hasta estabilizar completamente el vehículo.

El ESP incluye también las funciones del sistema Antibloqueo de frenos (ABS) y del sistema de Control de Tracción (ASR).El primero encargado de no permitir bloquear una rueda en una frenada y el segundo que se encarga de evitar que en una aceleración brusca o en condiciones de baja adherencia el coche patine.

A estos sistemas básicos se le han ido añadiendo nuevas funciones al ESP, que hoy en día es el equipo más complejo de un vehículo. Así, los coches que equipan el control de descenso, muy habitual en los todocamino para garantizar una bajada segura en una pendiente pronunciada, emplean el ESP para ajustar la velocidad de giro de cada rueda, al permitir un frenado selectivo. Hay coches que ofrecen un diferencial electrónico, que no es otra cosa que una nueva función del ESP que permite frenar una rueda para conseguir más tracción en la otra rueda y mejorar con ello su agarre y deportividad.

Han pasado ya 20 años desde que la marca alemana Mercedes introdujo en un vehículo de su Clase S un innovador sistema de seguridad conocido como ESP, por sus siglas de Electronic Stability Program. Este equipamiento, al que se conoce como el “ángel de la guarda de los conductores”, es obligatorio en todos los coches y vehículos comerciales nuevos matriculados en la UE desde el 31 de octubre de 2014 sin excepción.

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