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Carlos Falcó:«Los vinos españoles están entre los mejores del mundo»

Manuel Infante, presidente de la Denominación de Origen Condado de Huelva; Carlos Falcó, marqués de Griñón; Yolanda Pelayo, vicerrectora del Campus La Rábida y Eusebio Pérez-Pastor, director del curso. EL MUNDO

Carlos Falcó, marqués de Griñón, llegó ayer a La Rábida para defender un modo muy peculiar de elaborar vinos. Se propuso convencer a su auditorio de las ventajas de defender el denominado vino de pago, aquel que comenzó a implantarse en Francia y que hoy abrazan los viticultores españoles más exigentes y mejor cualificados.

El modelo es este: «Una finca relativamente pequeña, máximo de tres o cuatro uvas plantadas en un solo viñedo, en un límite muy definido y con una bodega al lado de las tierras. Allí se embotella y de ella salen al mercado», definió el empresario, uno de los apellidos no sólo conocido por su vida social sino por haber creado a lo largo de su larga vida un emporio en torno a la calidad, el emprendimiento, las buenas maneras y el talento. Falcó es, de hecho, el presidente de Grandes Pagos de España, una asociación de productores de vino que trabaja por las buenas formas.

«Estamos entre los tres países que mejores vinos elaboran en el mundo -dijo ayer el marqués de Griñón-. Pero tenemos un reto milenario al que aún no hemos dado solución. En tiempos de Roma desde nuestras tierras salían el aceite de oliva y el vino que consumían los emperadores. Pero para desgracia nuestra ninguno de estos dos productos tiene el precio que por su calidad merece si los comparamos con los mismos que venden franceses e italianos».

Carlos Falcó sacó pecho además por la variedad de los vinos españoles y confirmó la gran revolución que este negocio ha tenido en las dos últimas décadas. «Basta con echar la vista atrás, cuando hace veinte años solo conocíamos los vinos de Rioja, Ribera del Duero y Jerez. Hoy cualquier región de España elabora vinos de una calidad muy por encima de la media», añadió.

Estas conclusiones las respaldó ayer también el director del curso 'Grandes vinos españoles' que hasta el próximo viernes se celebra en el campus onubense de La Rábida, en la Universidad Internacional de Andalucía.

Eusebio Pérez-Pastor es el general manager de Wine Revolution, un colectivo empeñado en difundir las bondades del vino y hacer ver que es posible sustituirlo a la caída de la noche por las tradicionales copas largas. "Debemos de acercar el vino al consumidor desde el corazón y la emoción. Hay una mala imagen que nos quiere hacer creer -añade Pérez-Pastor- que el vino es una bebida sofisticada y solo para entendidos cuando no es cierto. Hay que eliminar ese falso mito y enseñar el vino desde su potente carga emocional".

Pérez-Pastor cree sin titubeos que en España se elaboran los mejores vinos del mundo. Los conoce bien. "Dime un lugar donde exista tanta variedad como en España. Qué tienen que ver los vinos de jerez, los generosos, con los espumosos catalanes, los albariños gallegos o los chacolís vascos. Esto nos tiene que hacer ver cuál es el verdadero potencial de nuestro país como productor", remata el experto.

Además, Eusebio Pérez-Pastor cree que la revolución del vino en España comenzó a mediados de la década de los ochenta del pasado siglo: "A partir de esa fecha comenzamos a aprender de los enólogos franceses. Pero es en la segunda mitad de la década de los noventa, cuando en las bodegas se han introducido numerosas mejoras, cuando el viticultor se da cuenta de que el vino no se hace en su interior sino en la viña", asegura. Pérez-Pastor, al igual que Falcó, se queja de que los vinos españoles cuesten tan poco en relación con los franceses. "Estamos en cifras ridículas. Vinos que se venden por ocho o doce euros y que en cualquier país de Europa no bajarían de los cuarenta. Esa es la gran asignatura pendiente", remarca.