El barrio de Sant Agustí Vell combina la llegada masiva de turistas con un cierto aire lumpen, aunque en clara regresión. Si por una parte el barrio enlaza con el Born y con las riadas de extranjeros acomodados, hacia Santa Caterina se diluye en un laberinto de pequeñas calles con edificios decadentes, casas pequeñas y poblaciones marginales. Es, pues, el punto de encuentro entre dos mundos. En la plaza a menudo hay grafitis, suciedad, pintadas y, a veces, ni siquiera faltan algunos gamberritos. Pero las reformas la han dejado muy cuidada y es un gusto pasear por ella.

Antiguo Convento de Sant Agustí. Fotografía: Enfo. Wikipedia.

El Centre Cívic Sant Agustí

En el siglo XIII se construyó en la calle del Comerç un convento de la orden de los agustinos. Pasó por mejores y peores épocas, a causa de la competencia por las donaciones de Santa Maria del Mar, Sant Pere de les Puelles y otros conventos más conocidos. Durante el asedio de Barcelona de 1713-1741 sufrió fuertes bombardeos y quedó en muy mal estado. En 1716 Felipe V ordenó el derribo del edificio en el marco de las operaciones de construcción de la fortaleza de la Ciutadella. Los agustinos se fueron a la calle Hospital, donde actualmente está la parroquia de Sant Agustí. Los escombros del antiguo convento se transformaron en un cuartel: curiosamente, se integró en la nueva instalación un lateral de la iglesia y una parte del claustro. En realidad, este edificio alojó instalaciones militares hasta después del franquismo. Ahora, una parte ha sido reconvertida en un Centro Cívico, y uno de sus principales atractivos es el bar, que aprovecha las arcadas del antiguo claustro como terraza.

La plaça Sant Agustí Vell. Fotografia: Mar Sánchez.

Las mejores instantáneas de la Barcelona del XX

Detrás del Convento de Sant Agustí, se encuentran dos instituciones emblemáticas de la ciudad: el Arxiu Fotogràfic de Barcelona y el Museo del Chocolate. En 1917 Agustí Duran y Sampere creó la base de lo que sería una gran colección de fotografías propiedad del Ayuntamiento. Algunas proceden de donaciones, y otras de los fotógrafos contratados por el Ayuntamiento para documentar la historia de la ciudad, como los famosos Pérez de Rozas. Actualmente en el Arxiu se presenta la exposición De mur a mur, una colección de fotografías de diferentes fotógrafos sobre las pintadas realizadas en la ciudad de Barcelona de 1974 a 1976, en los momentos más convulsos de la transición. Un testimonio punzante de cómo se libraba la batalla política en las paredes de los edificios de la ciudad.

Museu de la Xocolata. Fotografía: Museu de la Xocolata.

El museo más dulce

Junto al Arxiu, en la puerta de al lado, encontramos el Museu de la Xocolata. Es un equipamiento gestionado por el gremio de pasteleros de Barcelona. Por una parte nos presenta una historia del chocolate: sus orígenes, su llegada a Barcelona, la evolución de su consumo, las maquinarias usadas para elaborarlo... Pero por otra, el Museu expone las creaciones que se pueden llegar a hacer con chocolate. Por eso tiene una sala reservada en las figuras de chocolate, algunas de ellas realmente espectaculares. El Museu también prepara múltiples actividades para adultos y para niños, pero para disfrutarlas se tiene que hacer reserva previa.

Calle de los Besos. Fotografía: Carquinyol. Flickr.

Un barrio muy especial

Cerca de la plaza, en la zona de la calle Comerç, hay una callejuela estrecha y sin salida que debe su encanto a su nombre: calle de los Besos (Petons). Es muy curiosa la calle Allada Vermell, surgida de la fusión entre la calle Allada y la calle Vermell, mediante el derribo de las islas de casas que los separaban; ahora aquellas oscuras calles se han convertido en una agradable plaza. Para acabar la ruta, podemos comer o picar alguna cosa en el bar Mundial, un clásico en la plaza Sant Agustí Vell. Nada de diseño: mesas de formica y decoración de fotografías de boxeadores. Un sitio popular y agradable donde se podrá disfrutar de unas bravas, pero sobre todo, de tapas de pescado: sardinas, mejillones, pulpitos... Es un establecimiento típico para ir a disfrutar de una mariscada a buen precio. Ahora bien: en la mariscada habrá muchos más mejillones que gambas, Evidentemente.

Font de la plaça Sant Agustí Vell. Fotografia: Mar Sánchez.

 

Fotografía de portada: Antiguo convento de Sant Agustí. Enfo. Wikipedia.