El oso es uno de los principales reclamos turísticos de la comarca del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, pero su avistamiento no siempre es posible, ni siquiera el hallazgo de los rastros que demuestran su paso por el territorio. Por ello, Víctor García, de la casa rural Quei Vitorino, en Tablado (Degaña), que se dedica al turismo de naturaleza, ha desarrollado una aplicación móvil con la que es posible seguir el rastro del oso a través de la tecnología de la realidad aumentada.

La actividad consiste en una ruta guiada en busca del rastro del oso por el monte de Tablado. La idea es poder ver huellas de pies y manos de oso, excrementos o pelos enganchados en árboles. En el caso de que no haya posibilidad de encontrar ninguno de estos indicios en el terreno, la aplicación "Livelink" permitirá a los visitantes ver una recreación exacta integrada en el medio.

"El proceso de creación de esta herramienta ha llevado dos años, en los que hemos ido recopilando fotografías y creando un guión de ruta coherente y en la que no sólo se integra el tema del oso, sino que intentamos que la gente entienda la biodiversidad de la zona como un conjunto", explica Víctor García.

La actividad comienza en el propio pueblo de Tablado acercándose a la tradición cunqueira de la zona y al pasado de ocupación romana y a sus explotaciones auríferas. "Lo que queremos hacer es vincular al oso con la cultura de los cunqueiros, ya que utilizaban el bosque de donde obtenían el castaño, y enlazarlo con la historia de los romanos, de quienes se dice que fueron los que introdujeron el castaño en la península Ibérica, con el objetivo de entender la antigüedad de este paisaje y explicar a la gente que esto no está aquí por casualidad", apunta García.

Durante la ruta, los indicios del oso no son lo único que los turistas podrán apreciar a través de la aplicación, pues también tendrán ocasión de descubrir otros animales igualmente destacados, como el desmán ibérico, la salamandra rabilarga y los pájaros carpinteros. "El oso nos sirve como atractivo y disculpa para mostrar la importancia ecológica del lugar, en el que nos encontramos con animales que son igual de interesantes que el oso, aunque menos llamativos", subraya el guía.

La actividad finaliza, después de tres horas de explicaciones y dos kilómetros de recorrido, con la oportunidad de sacarse una foto con un oso creado a partir de la realidad aumentada en el pueblo.

"Es una iniciativa pionera aplicar la realidad aumentada al turismo. La vamos a estrenar ahora con la idea de que sirva para un público familiar y en pareja, pero también para que la población local vea que en el turismo de la zona todavía se pueden hacer muchas cosas", dice Víctor García.