Este espacio esta inspirado en mi hijo y creado para compartir con ustedes está nueva y maravillosa experiencia de ser mamá! Desde el embarazo hasta el día de hoy, cada día hay algo nuevo que aprender y enseñar a nuestros bebes.

Todo lo que hago, lo hago con amor y guiada por mi instinto de mujer y ahora de MAMA

martes, 30 de junio de 2015

EL PARTO ES NUESTRO - Lucha contra la violencia obstétrica

Se que no me equivoco al generalizar cuando digo que todas las que vamos a ser mamas tenemos demasiadas expectativas e inquietudes frente al momento de la verdad: EL PARTO. Y es que por mas cursos que hagamos, libros que leamos y consejos recibidos, ninguna de nosotras sabe lo que realmente es hasta que pasamos por ese momento. Momento maravilloso, pero doloroso y en casos como el mío miedoso, angustiante y casi interminable.

Durante mis nueve meses soñaba con ver y sentir en mis brazos a nuestro bebe, quería que su llegada al mundo fuera lo mas natural posible por lo que comencé a prepararme para que así fuera: cursos, libros, artículos, documentales, consejos, todo lo que estuviera a mi alcance para poder visualizar y entender a profundidad el momento de la llegada de nuestro primer hijo.

Hoy tengo claro que estas cosas son solo herramientas, pues es algo que jamás se podrá comprender hasta que no lo vives. Esos dolores tan difíciles de explicar y que por más respiración profunda y controlada siguen presentes recordándote que muy pronto veras a tu bebe.
Sin embargo la naturaleza es muy sabia,  poco a poco mi cuerpo fue olvidando ese dolor y en este momento (diez meses después) no lo podría describir, solo se que dolió intensamente. En mi caso el dolor fue más intenso, debido a que me administraron un medicamento llamado oxitocina, el cual hace que las contracciones sean mas frecuentes y mas intensas. Si estas leyendo esto y próximamente vas a ser mama o conoces a alguien por favor dile que se informe muy bien sobre este medicamento, ya que yo sabia todo lo que generaba pero lo que no sabia era que las mujeres podemos decidir si administran o no ese liquido a nuestro cuerpo.

Cuando inicie con el trabajo de parto (contracciones) hice lo que me dijeron en el curso psicoprofilactico: “Espere a que las contracciones sean cada tres minutos aproximadamente para irse a la clínica”, lo que no me dijeron era que la intensidad debería ser lo suficientemente fuerte. Sin embargo, que es fuerte para una mama que jamás ha sentido ese dolor? A mi en ese momento las contracciones ya me quitaban el aliento, pero realmente no llegaba ni a la mitad de lo que iba a sentir, pero vuelvo y digo: nadie conoce hasta que no pasa por el proceso.
Así que llena de una ansiedad feliz que me hacia temblar, le dije a mi esposo: listo, yo creo que es hora de irnos a la clínica (3am). Llegamos a urgencias con mis maletas (una para mi esposo y para mi y otra para mi bebe… como siempre exagerada con el equipaje) y con una sonrisa no correspondida le dije a la persona que estaba en la recepción: voy a tener a mi bebe. Ella me hizo una señal con la mano, sin pronunciar una palabra, para que me dirigiera a un cuarto donde después entendí iban a evaluar como iba mi proceso. Pues allí en medio de las contracciones, llego un futuro medico que estaba en “practica”, no se sabia quien estaba más nervioso si él o yo. Entiendo que de alguna forma deben aprender, pero en ese estado y ser conejillo de indias, es lo ultimo que desearías. Aquí hago un paréntesis para contarles algo que yo no sabia y es que tienes derecho a decir que no quieres ser atendido por un estudiante para medico, cierro paréntesis”. 4am: El resultado de su evaluación arrojo que estaba en dos centímetros de dilatación, por lo que debía regresarme a la casa. Mi esposo angustiado porque jamás me había visto quejarme por dolor, llamo a nuestro medico  para que hablara con el personal de turno y finalmente pude quedarme en la clínica. 4:30am: Mi medico ordeno una ecografía, que arrojo que el bebe tenia una circular simple, traducción: tenia una vuelta de cordón enredado en el cuello. Ya se imaginaran mi cara, a la que el medico de turno respondió: no te preocupes, es bastante frecuente y suele resolverse sin mayores complicaciones. Así que no me quedo de otra que confiar en Dios y en la expertis de los médicos. 

Me asignaron habitación y comenzaron a pasarme líquidos, 6am: Cambio de turno, llego la nueva doctora a revisarme y a decirme que mi medico había ordenado administrarme oxitocina. Terror, yo ya había leído lo que eso ocasionaba y le pregunte el por que: ella con toda la seguridad me respondió, llevas ya cuatro horas con contracciones intensas y no has dilatado, lo necesitamos para acelerar el parto y que no sufra el bebe. Con esa ultima frase, pues como no dejar que me pusieran el medicamente, lo ultimo que quería era que mi bebe sufriera. Así que comenzó a entrar el liquido en mis venas y con él el dolor fue incrementando y eran cada vez mas seguidas las contracciones. Quiero compartir el aparte de un articulo que leí después buscando explicaciones a todo lo que había sucedido:

“La oxitocina sintética provoca unas contracciones más fuertes y por tanto dolorosas que las originadas por la oxitocina endógena. Esto suele llevar a la mujer a solicitar la epidural como medio más efectivo para paliar el dolor. La epidural a su vez ralentiza el parto, lo que obliga a aumentar la dosis de oxitocina, de manera que se entra en una espiral peligrosa, tanto para la madre como para el bebé. Este último puede terminar teniendo sufrimiento fetal, por no poder soportar el ritmo y la intensidad de estas contracciones provocadas artificialmente.
Se requieren al menos dos minutos entre contracciones para recuperar el nivel basal de saturación de oxigeno fetal, de modo que si las contracciones se suceden con más frecuencia, el bebé es incapaz de recuperar completamente la saturación de oxigeno y esto dará lugar al sufrimiento fetal. Por ello, cuando se usa oxitocina sintética hay que monitorizar de manera continua la frecuencia cardiaca fetal, para poder advertir enseguida si las contracciones perjudican al bebé. Esto implica que si no se dispone de un monitor inalámbrico se verá comprometida la movilidad de la mujer, que deberá estar atada al monitor mediante cables, con lo que esto conlleva de incomodidad, aumento del dolor, dificultad para el descenso del bebé, etc.
Pero es que además, la oxitocina en bastantes ocasiones no es efectiva, pues las contracciones que provoca son solo calambres musculares que resultan ineficaces para dilatar el cuello del útero, por lo que a pesar de todos los inconvenientes y perjuicios que ocasiona, muchas veces no logra que el parto avance y es necesario recurrir a una operación de cesárea para finalizarlo”.

Sin palabras… Los segundos se me hacían eternos, por ende las horas infinitas… y así las 10am, 11am, 12m, 1pm, 2pm. Es este momento ya me retorcía del dolor y la doctora entraba, revisaba y decía la misma frase de las ultimas horas: NADA SIGUE EN CUATRO. Doce horas de parto y aún seguía en cuatro centímetros de dilatación. Una vez mas mi esposo angustiado al ver que yo ya no podía más fue donde la doctora, quien después de hablar con mi medico decidió ponerme la epidural (más acertado el articulo no puede ser).

Con el dolor controlado pero frustrada porque mi experiencia hasta este momento no había sido nada natural, esperaba que la dilatación fuera mayor en el siguiente control. 3:30pm: Revente Fuente, bueno eso ya era un alivio, por lo menos un indicio que las cosas iban avanzando. A las 4pm, llego mi medico, tomo el control de la dilatación y por lo menos ya iba en seis. Le pregunte por la circular simple en el cuello y me dijo que no había de que preocuparse. Rápidamente llegue a siete centímetros de dilatación, pero ahí me quede. Pasaba el medico, me revisaba y nada, me decía: nos va tocar cesárea. Aterrada con la opción que estaba contemplando el medico, comencé a mirar el aparato donde controlan las contracciones y cada vez que veía una oraba y le pedía a Dios que me ayudara. 7pm Milagrosamente en el siguiente control había llegado a nueve centímetros de dilatación y el medico dijo: estamos listos, preparen todo. Vinieron por la ropa del bebe y a los segundos vinieron por mi, llegamos a la sala de parto donde se oía fuertemente el tic tac del reloj y el corazón de mi bebe en el monitor. Comenzamos con el proceso y hacia todo lo que el medico me indicaba, no sentía nada, solo ansiedad de tener a mi bebe en mi pecho. De un momento a otro todo se paralizo y los latidos del corazón de mi bebe fueron disminuyendo hasta el punto de no oírlos. No entendía nada, solo veía que todo el mundo estaba mas acelerado y de un momento a otro la pediatra se subió en una silla, presiono mi panza fuertemente y nació mi bebe 7:35pm. Fue un momento como en cámara lenta, difícil de explicar, lo vi en los brazos del medico, desgonzado y azul, nunca me lo pusieron en mi pecho sino se lo llevaron inmediatamente. Confundida con la situación, le pregunte al medico por que no había llorado el bebe y me dijo: No te preocupes, ya se están encargando. Al oír la respuesta mi esposo se fue detrás del bebe y antes de irse le dije: por favor no te separes de él hasta que no le pongan la manila con mi nombre.

Me llevaron a recuperación aun sin saber nada de mi bebe, con lo ultimo que me había quedado era con sus latidos débiles, su cuerpo desgonzado, el color azul en su piel y que no había llorado. Estuve sola en la sala de recuperación veinte minutos, eternos veinte minutos en los que solo salían lagrimas de mis ojos con cada segundo que marcaba el segundero del reloj. Hasta que por fin llego una enfermera y le pregunte: como esta mi bebe? Ella con frialdad respondió, ahora viene el medico y habla con usted. Que respuesta era esa por Dios? Sin embargo espere otros minutos más a que viniera el medico, al oír unos pasos y se me acelero el corazón, pero era nuevamente la enfermera con una bandeja de comida: Tiene que comer! Como si algo pudiera pasar por mi garganta. Como esta mi bebe? Le pregunte nuevamente y como si fuera una grabación me respondió: ahora viene el medico y habla con usted y se fue. Pregunte dos veces más y sin respuesta comencé a llorar inconsolada dudando ahora de querer oír la respuesta a mi pregunta. Tan solo comencé a rezar y a los pocos minutos apareció mi esposo con una sonrisa inmensa que se borro al ver mi estado y preocupado me pregunto: Estas bien? Que paso? Y la enfermera a su lado respondió: hace una hora le puse la bandeja y no quiere comer, solo llora. Obviando sus palabras toscas y abusivas y con ganas de responderle: y yo hace una hora le estoy preguntando por mi bebe! Simplemente la ignore, pues solo quería saber de mi bebe, le conté a mi esposo que hacia cuarenta y cinco minutos estaba preguntando y no me daban razón de nuestro hijo. Me tranquilizo y me dijo que ya estaba bien, lo que sucedió fue que debido a la circular simple en el cuello (por la que me habían dicho que no me preocupara) había tenido asfixia prenatal y al reanimarlo habían entrado unos gases negativos a la sangre y debía quedarse hospitalizado hasta que se nivelara la oxigenación en la sangre. Bueno o eso fue lo que entendimos de la historia clínica y de lo que el pediatra nos explico después porque en la clínica jamás nos dieron una respuesta concreta. 

Esa noche no me dejaron ver a mi bebe, después entendí que fue por pura negligencia y supongo que pereza de las enfermeras porque lo habría podido ver sin problema. Fue una noche eternal, pero mi corazon estaba tranquilo al saber que nuestro bebe estaba bien. Al día siguiente tan pronto puede fui a verlo, nada fue mas lindo que ver sus ojos abiertos y llenos de vida. Desafortunadamente aquí continuo mi pesadilla con el personal y lineamientos de la clínica No lo puede cargar, fue lo primero que oí. Por que? Porque se acabo de dormir, que respuesta mas equivocada a una mama que lleva doce horas sin ver su bebe y no había podido ni siquiera cargarlo. Tampoco puede darle de su leche, pues tiene una deficiencia en la succión que vamos a tratar con TETERO (no lo podía creer) y con terapia. Sin refutar dije en mi interior, lo que sea mejor para ti hijo, sin embargo mi instinto decía que no debía ser así.

Nos acogimos a las normas de la clínica y comenzaron con los teteros, para que se pueda ir se debe comer 40ml y no se comía ni 5ml. Las enfermeras lo cogían, intentaban una vez y si no comía, anotaban cero (o) en su planilla. Hasta que llego un momento en que les dije que quería intentar, me miraron con cara de: si nosotras no podemos tu menos, pero aun así cogí mi bebe e intente, a la tercera vez comenzó a recibirlo y les dije: no hay nada que una mama no pueda hacer, por esto no entiendo que no lo dejen lactar. Ese día tomo 35ml en el tetero que le di, me fui feliz para la casa porque seguramente al día siguiente nos íbamos a casa juntos.

Al día siguiente regrese a la clínica con todo el entusiasmo, pero tristemente lo veo conectado a una sonda, pregunto por que? Y me responden: porque no quiere comer! Miles de sentimientos inundaron mi corazón y con la voz entre cortada y con rabia le respondí: no come porque ustedes no tienen la paciencia y el amor suficiente por este trabajo y me fui. Luego de calmarme regrese a la hora de la toma y mi esposo comenzó a darle el tetero y para sorpresa de las enfermeras se tomo 35ml igual que el día anterior. Que tristeza que en este tipo de espacios existan personas frías y mecánicas, cuando lo que mas necesitamos los papas que estamos ahí y nuestros bebes, es un apoyo. Es que se vuelven frías por lo que ven a diario, me dicen algunas personas, pero una cosa es no involucrarse emocionalmente y otra tener el suficiente profesionalismo para hacer las cosas con coherencia y amor... en pocas palabras:  deben ser gente. No suficiente con esto siempre que llegaba nuestro bebe estaba con el pañal sucio, una vez, dos veces es casualidad, pero siempre? Es porque algo pasa. Sumado a todo este mal trato, siempre que llegaba mi bebe estaba dormido y suspiraba como cuando lloras demasiado. Me enternecía porque pensé que era algo que a él en especial le sucedía (jamás pensé que era porque no estaba recibiendo atención), pero cuando llegamos a casa y vi que eso no pasaba, entendí que lo hacia porque lo dejaban llorar y me partió el corazón recordar esas cinco noches que paso lejos de nosotros y yo sin saber lo que sucedía. Él día que nuestro bebe tomo los 40ml y por fin pudimos irnos a casa, fue el mejor día de mi vida y el mejor comienzo.

Como siempre lo he dicho: hubiera, verbo conjugado en toda tragedia. Menos mal esto no termino en tragedia, gracias a Dios. Y cuento mi historia para concientizar a muchas mamas que como yo, depositamos toda nuestra confianza en los médicos, sin cuestionar y la realidad es que como dicen por ahí, los médicos también se mueren. Pregunten, duden, pidan dos hasta tres diagnósticos. exijan, tomen posición sobre sus derechos y sobre los del bebe, lean mucho sobre la oxitocina y sobre los partos inducidos, medicamentos a los que realmente hay que llegar porque de eso depende 100% la vida del bebe y la mama, mas no porque el medico se va de vacaciones o se canso de esperar. Siempre hagan valer sus instintos como mama, el bebe es su hijo y pueden tomarlo, abrazarlo, verlo, besarlo, cuantas veces quieran… pues finalmente entendí después de todo lo que vi en cuidados intensivos, es que puede que medicamente los bebes estén controlados, pero finalmente lo que los beneficia, es el amor y el calor de mama y papa.

Recuerden que el PARTO ES NUESTRO, nosotras somos las que decidimos sobre nuestro cuerpo y sobre nuestros hijos. Los profesionales son aliados y así se deben comportar.

Cada vez que puedo cuento mi historia porque no quisiera que se repita, entre más personas la conozcan nos hacemos mas fuertes… mas mujeres luchando por un PARTO HUMANIZADO.


1 comentario:

  1. Me enloquezco con cada una de las palabras de este blog, gracias a Dios tienes un final feliz lleno de amor para darle a tu bebé!!! Tendré en cuenta cada una de tus palabras, es especial la paciencia y amor. Gracias por este divino mensaje!

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