Se que no me equivoco al generalizar cuando digo que
todas las que vamos a ser mamas tenemos demasiadas expectativas e inquietudes
frente al momento de la verdad: EL PARTO. Y es que por mas cursos que hagamos,
libros que leamos y consejos recibidos, ninguna de nosotras sabe lo que
realmente es hasta que pasamos por ese momento. Momento maravilloso, pero
doloroso y en casos como el mío miedoso, angustiante y casi interminable.
Durante mis nueve meses soñaba con ver y sentir en
mis brazos a nuestro bebe, quería que su llegada al mundo fuera lo mas natural
posible por lo que comencé a prepararme para que así fuera: cursos, libros,
artículos, documentales, consejos, todo lo que estuviera a mi alcance para
poder visualizar y entender a profundidad el momento de la llegada de nuestro
primer hijo.
Sin embargo la naturaleza es muy sabia, poco a poco mi cuerpo fue olvidando ese dolor
y en este momento (diez meses después) no lo podría describir, solo se que dolió
intensamente. En mi caso el dolor fue más intenso, debido a que me
administraron un medicamento llamado oxitocina, el cual hace que las
contracciones sean mas frecuentes y mas intensas. Si estas leyendo esto y próximamente
vas a ser mama o conoces a alguien por favor dile que se informe muy bien sobre
este medicamento, ya que yo sabia todo lo que generaba pero lo que no sabia era
que las mujeres podemos decidir si administran o no ese liquido a nuestro
cuerpo.
Cuando inicie con el trabajo de parto
(contracciones) hice lo que me dijeron en el curso psicoprofilactico: “Espere a
que las contracciones sean cada tres minutos aproximadamente para irse a la clínica”,
lo que no me dijeron era que la intensidad debería ser lo suficientemente
fuerte. Sin embargo, que es fuerte para una mama que jamás ha sentido ese
dolor? A mi en ese momento las contracciones ya me quitaban el aliento, pero
realmente no llegaba ni a la mitad de lo que iba a sentir, pero vuelvo y digo:
nadie conoce hasta que no pasa por el proceso.
Así que llena de una ansiedad feliz que me hacia
temblar, le dije a mi esposo: listo, yo creo que es hora de irnos a la clínica
(3am). Llegamos a urgencias con mis maletas (una para mi esposo y para mi y
otra para mi bebe… como siempre exagerada con el equipaje) y con una sonrisa no
correspondida le dije a la persona que estaba en la recepción: voy a tener a mi
bebe. Ella me hizo una señal con la mano, sin pronunciar una palabra, para que
me dirigiera a un cuarto donde después entendí iban a evaluar como iba mi
proceso. Pues allí en medio de las contracciones, llego un futuro medico que
estaba en “practica”, no se sabia quien estaba más nervioso si él o yo.
Entiendo que de alguna forma deben aprender, pero en ese estado y ser conejillo
de indias, es lo ultimo que desearías. Aquí hago un paréntesis para contarles
algo que yo no sabia y es que tienes derecho a decir que no quieres ser atendido
por un estudiante para medico, cierro paréntesis”. 4am: El resultado de su
evaluación arrojo que estaba en dos centímetros de dilatación, por lo que debía
regresarme a la casa. Mi esposo angustiado porque jamás me había visto quejarme
por dolor, llamo a nuestro medico para
que hablara con el personal de turno y finalmente pude quedarme en la clínica.
4:30am: Mi medico ordeno una ecografía, que arrojo que el bebe tenia una circular
simple, traducción: tenia una vuelta de cordón enredado en el cuello. Ya se
imaginaran mi cara, a la que el medico de turno respondió: no te preocupes, es bastante frecuente y suele resolverse
sin mayores complicaciones. Así que no me quedo de otra que
confiar en Dios y en la expertis de los médicos.
Me asignaron habitación y
comenzaron a pasarme líquidos, 6am: Cambio de turno, llego la nueva doctora a
revisarme y a decirme que mi medico había ordenado administrarme oxitocina.
Terror, yo ya había leído lo que eso ocasionaba y le pregunte el por que: ella
con toda la seguridad me respondió, llevas ya cuatro horas con contracciones
intensas y no has dilatado, lo necesitamos para acelerar el parto y que no
sufra el bebe. Con esa ultima frase, pues como no dejar que me pusieran el
medicamente, lo ultimo que quería era que mi bebe sufriera. Así que comenzó a
entrar el liquido en mis venas y con él el dolor fue incrementando y eran cada
vez mas seguidas las contracciones. Quiero compartir el aparte de un articulo
que leí después buscando explicaciones a todo lo que había sucedido:
“La oxitocina sintética provoca unas contracciones
más fuertes y por tanto dolorosas que las originadas por la oxitocina endógena.
Esto suele llevar a la mujer a solicitar la epidural como medio más efectivo
para paliar el dolor. La epidural a su vez ralentiza el parto, lo que obliga a
aumentar la dosis de oxitocina, de manera que se entra en una espiral
peligrosa, tanto para la madre como para el bebé. Este último puede terminar
teniendo sufrimiento fetal, por no poder soportar el ritmo y la intensidad de
estas contracciones provocadas artificialmente.
Se requieren al menos dos minutos entre
contracciones para recuperar el nivel basal de saturación de oxigeno fetal, de
modo que si las contracciones se suceden con más frecuencia, el bebé es incapaz
de recuperar completamente la saturación de oxigeno y esto dará lugar al
sufrimiento fetal. Por ello, cuando se usa oxitocina sintética hay que
monitorizar de manera continua la frecuencia cardiaca fetal, para poder
advertir enseguida si las contracciones perjudican al bebé. Esto implica que si
no se dispone de un monitor inalámbrico se verá comprometida la movilidad de la
mujer, que deberá estar atada al monitor mediante cables, con lo que esto
conlleva de incomodidad, aumento del dolor, dificultad para el descenso del
bebé, etc.
Pero es que además, la oxitocina en bastantes
ocasiones no es efectiva, pues las contracciones que provoca son solo calambres
musculares que resultan ineficaces para dilatar el cuello del útero, por lo que
a pesar de todos los inconvenientes y perjuicios que ocasiona, muchas veces no
logra que el parto avance y es necesario recurrir a una operación de cesárea
para finalizarlo”.
Sin palabras… Los segundos se me hacían eternos, por
ende las horas infinitas… y así las 10am, 11am, 12m, 1pm, 2pm. Es este momento
ya me retorcía del dolor y la doctora entraba, revisaba y decía la misma frase
de las ultimas horas: NADA SIGUE EN CUATRO. Doce horas de parto y aún seguía en
cuatro centímetros de dilatación. Una vez mas mi esposo angustiado al ver que
yo ya no podía más fue donde la doctora, quien después de hablar con mi medico decidió
ponerme la epidural (más acertado el articulo no puede ser).
Con el dolor controlado pero frustrada porque mi
experiencia hasta este momento no había sido nada natural, esperaba que la
dilatación fuera mayor en el siguiente control. 3:30pm: Revente Fuente, bueno
eso ya era un alivio, por lo menos un indicio que las cosas iban avanzando. A
las 4pm, llego mi medico, tomo el control de la dilatación y por lo menos ya
iba en seis. Le pregunte por la circular simple en el cuello y me dijo que no había
de que preocuparse. Rápidamente llegue a siete centímetros de dilatación, pero
ahí me quede. Pasaba el medico, me revisaba y nada, me decía: nos va tocar cesárea.
Aterrada con la opción que estaba contemplando el medico, comencé a mirar el
aparato donde controlan las contracciones y cada vez que veía una oraba y le pedía
a Dios que me ayudara. 7pm Milagrosamente en el siguiente control había llegado
a nueve centímetros de dilatación y el medico dijo: estamos listos, preparen
todo. Vinieron por la ropa del bebe y a los segundos vinieron por mi, llegamos
a la sala de parto donde se oía fuertemente el tic tac del reloj y el corazón
de mi bebe en el monitor. Comenzamos con el proceso y hacia todo lo que el
medico me indicaba, no sentía nada, solo ansiedad de tener a mi bebe en mi
pecho. De un momento a otro todo se paralizo y los latidos del corazón de mi
bebe fueron disminuyendo hasta el punto de no oírlos. No entendía nada, solo veía
que todo el mundo estaba mas acelerado y de un momento a otro la pediatra se subió
en una silla, presiono mi panza fuertemente y nació mi bebe 7:35pm. Fue un
momento como en cámara lenta, difícil de explicar, lo vi en los brazos del
medico, desgonzado y azul, nunca me lo pusieron en mi pecho sino se lo llevaron
inmediatamente. Confundida con la situación, le pregunte al medico por que no había
llorado el bebe y me dijo: No te preocupes, ya se están encargando. Al oír la
respuesta mi esposo se fue detrás del bebe y antes de irse le dije: por favor
no te separes de él hasta que no le pongan la manila con mi nombre.
Me llevaron a recuperación aun sin saber nada de mi
bebe, con lo ultimo que me había quedado era con sus latidos débiles, su cuerpo
desgonzado, el color azul en su piel y que no había llorado. Estuve sola en la
sala de recuperación veinte minutos, eternos veinte minutos en los que solo salían
lagrimas de mis ojos con cada segundo que marcaba el segundero del reloj. Hasta
que por fin llego una enfermera y le pregunte: como esta mi bebe? Ella con frialdad
respondió, ahora viene el medico y habla con usted. Que respuesta era esa por
Dios? Sin embargo espere otros minutos más a que viniera el medico, al oír unos
pasos y se me acelero el corazón, pero era nuevamente la enfermera con una
bandeja de comida: Tiene que comer! Como si algo pudiera pasar por mi garganta.
Como esta mi bebe? Le pregunte nuevamente y como si fuera una grabación me respondió:
ahora viene el medico y habla con usted y se fue. Pregunte dos veces más y sin
respuesta comencé a llorar inconsolada dudando ahora de querer oír la respuesta
a mi pregunta. Tan solo comencé a rezar y a los pocos minutos apareció mi
esposo con una sonrisa inmensa que se borro al ver mi estado y preocupado me
pregunto: Estas bien? Que paso? Y la enfermera a su lado respondió: hace una
hora le puse la bandeja y no quiere comer, solo llora. Obviando sus palabras
toscas y abusivas y con ganas de responderle: y yo hace una hora le estoy
preguntando por mi bebe! Simplemente la ignore, pues solo quería saber de mi
bebe, le conté a mi esposo que hacia cuarenta y cinco minutos estaba
preguntando y no me daban razón de nuestro hijo. Me tranquilizo y me dijo que
ya estaba bien, lo que sucedió fue que debido a la circular simple en el cuello
(por la que me habían dicho que no me preocupara) había tenido asfixia prenatal
y al reanimarlo habían entrado unos gases negativos a la sangre y debía
quedarse hospitalizado hasta que se nivelara la oxigenación en la sangre. Bueno
o eso fue lo que entendimos de la historia clínica y de lo que el pediatra nos
explico después porque en la clínica jamás nos dieron una respuesta concreta.
Esa noche no me dejaron ver a mi bebe, después entendí que fue por pura
negligencia y supongo que pereza de las enfermeras porque lo habría podido ver
sin problema. Fue una noche eternal, pero mi corazon estaba tranquilo al saber
que nuestro bebe estaba bien. Al día siguiente tan pronto puede fui a verlo,
nada fue mas lindo que ver sus ojos abiertos y llenos de vida.
Desafortunadamente aquí continuo mi pesadilla con el personal y lineamientos de
la clínica No lo puede cargar, fue lo primero que oí. Por que? Porque se acabo
de dormir, que respuesta mas equivocada a una mama que lleva doce horas sin ver
su bebe y no había podido ni siquiera cargarlo. Tampoco puede darle de su
leche, pues tiene una deficiencia en la succión que vamos a tratar con TETERO
(no lo podía creer) y con terapia. Sin refutar dije en mi interior, lo que sea
mejor para ti hijo, sin embargo mi instinto decía que no debía ser así.
Nos acogimos a las normas de la clínica y comenzaron
con los teteros, para que se pueda ir se debe comer 40ml y no se comía ni 5ml.
Las enfermeras lo cogían, intentaban una vez y si no comía, anotaban cero (o)
en su planilla. Hasta que llego un momento en que les dije que quería intentar,
me miraron con cara de: si nosotras no podemos tu menos, pero aun así cogí mi
bebe e intente, a la tercera vez comenzó a recibirlo y les dije: no hay nada
que una mama no pueda hacer, por esto no entiendo que no lo dejen lactar. Ese
día tomo 35ml en el tetero que le di, me fui feliz para la casa porque
seguramente al día siguiente nos íbamos a casa juntos.
Al día siguiente regrese a la clínica con todo el
entusiasmo, pero tristemente lo veo conectado a una sonda, pregunto por que? Y
me responden: porque no quiere comer! Miles de sentimientos inundaron mi
corazón y con la voz entre cortada y con rabia le respondí: no come porque
ustedes no tienen la paciencia y el amor suficiente por este trabajo y me fui.
Luego de calmarme regrese a la hora de la toma y mi esposo comenzó a darle el
tetero y para sorpresa de las enfermeras se tomo 35ml igual que el día
anterior. Que tristeza que en este tipo de espacios existan personas frías y mecánicas,
cuando lo que mas necesitamos los papas que estamos ahí y nuestros bebes, es un
apoyo. Es que se vuelven frías por lo que ven a diario, me dicen algunas
personas, pero una cosa es no involucrarse emocionalmente y otra tener el
suficiente profesionalismo para hacer las cosas con coherencia y amor... en
pocas palabras: deben ser gente. No
suficiente con esto siempre que llegaba nuestro bebe estaba con el pañal sucio,
una vez, dos veces es casualidad, pero siempre? Es porque algo pasa. Sumado a
todo este mal trato, siempre que llegaba mi bebe estaba dormido y suspiraba
como cuando lloras demasiado. Me enternecía porque pensé que era algo que a él en
especial le sucedía (jamás pensé que era porque no estaba recibiendo atención),
pero cuando llegamos a casa y vi que eso no pasaba, entendí que lo hacia porque
lo dejaban llorar y me partió el corazón recordar esas cinco noches que paso
lejos de nosotros y yo sin saber lo que sucedía. Él día que nuestro bebe tomo los
40ml y por fin pudimos irnos a casa, fue el mejor día de mi vida y el mejor
comienzo.
Como siempre lo he dicho: hubiera, verbo conjugado
en toda tragedia. Menos mal esto no termino en tragedia, gracias a Dios. Y cuento
mi historia para concientizar a muchas mamas que como yo, depositamos toda
nuestra confianza en los médicos, sin cuestionar y la realidad es que como
dicen por ahí, los médicos también se mueren. Pregunten, duden, pidan dos hasta tres diagnósticos.
exijan, tomen posición sobre sus derechos y sobre los del bebe, lean mucho
sobre la oxitocina y sobre los partos inducidos, medicamentos a los que
realmente hay que llegar porque de eso depende 100% la vida del bebe y la mama,
mas no porque el medico se va de vacaciones o se canso de esperar. Siempre
hagan valer sus instintos como mama, el bebe es su hijo y pueden tomarlo,
abrazarlo, verlo, besarlo, cuantas veces quieran… pues finalmente entendí
después de todo lo que vi en cuidados intensivos, es que puede que medicamente
los bebes estén controlados, pero finalmente lo que los beneficia, es el amor y
el calor de mama y papa.
Recuerden que el PARTO ES NUESTRO, nosotras somos
las que decidimos sobre nuestro cuerpo y sobre nuestros hijos. Los
profesionales son aliados y así se deben comportar.
Cada vez que puedo cuento mi historia porque no
quisiera que se repita, entre más personas la conozcan nos hacemos mas fuertes…
mas mujeres luchando por un PARTO HUMANIZADO.
Me enloquezco con cada una de las palabras de este blog, gracias a Dios tienes un final feliz lleno de amor para darle a tu bebé!!! Tendré en cuenta cada una de tus palabras, es especial la paciencia y amor. Gracias por este divino mensaje!
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