26.5.15

La importancia de los barrios desaparecidos en Zaragoza

Las grandes ciudades tienen grandes barrios, las localidades pequeñas también tienen barrios casi en el mismo número, pero de muy pequeño tamaño. Incluso como ha sucedido en Zaragoza, aunque las ciudades crezcan, amplíen sus contornos, no se amplía el número de barrios, simplemente se adaptan a un tamaño mayor, absorbiendo barrios más pequeños que se fusionan para dar entrada en la memoria colectiva a los nuevos barrios. Aquellos barrios menores pero con personalidad propia las empezamos a llamar “zonas” para que durante un tiempo no se nos olviden del todo. Pero en realidad han perdido su nombre y su sentido de identidad.

Si nos vamos dos siglos hacia atrás, que no es tanto, una pocas décadas después de la Guerra de la Independencia y los Sitios de Zaragoza, en nuestra ciudad ya existían los barrios, pero entonces se circunscriben a las parroquias en un claro intento de que también en el orden municipal la iglesia se lograra apoderar al menos de los nombres. Barrios y parroquias se llaman igual: del Salvador, de Altabás, del Pilar, de San Pablo, de San Felipe, de San Gil, de San Miguel, de la Magdalena, de San Ildefonso.

Al acabar la Guerra Civil los nuevos mandamases intentaron y lograron una Plan de Urbanización de Zaragoza que ensanchara la ciudad y de allí empiezan a surgir las primeras divisiones municipales. El Casco Antiguo, Delicias, Hernán Cortés, Estación Cariñena, Universidad nueva, Torrero, Sasera, Agustinos, las Alcachoferas, Venecia, La Granja o Montemolín, Las Fuentes, Almozara o la Química, Manicomio o Ciudad Jardín, Miraflores y el Arrabal.

Pocos zaragozanos se acordarán que en muy pequeño espacio existían hace sólo cinco décadas los barrios que pronto iban a desaparecer como el Boterón, Tenerías, San Agustín y Sementales. Hoy nadie los catalogaría de barrios. Pero vamos a poner un ejemplo de la necesidad de dividir las ciudades en barrios. En Alagón con unos 7.000 habitantes existen y conviven al menos los barrios de La Jarea, San Juan, la Portalada o la Azucarera. O en Zaragoza tuvimos dentro de lo que hoy todo el mundo llamaría Torrero las divisiones como barrios sin duda independientes de Torrero, Venecia, La Paz, Colón, Lapuyade, Castillejos o Quinta Julieta sin olvidarnos de las Graveras.

¿Pero quién se acuerda en la Zaragoza actual de la Camisera, de Montemolín, del barrio de la Esplanada, del Barrio Verde, la Ortilla, las Fecetas, la Bozada, Rebolería, el Mercado de Pescados o Ranillas?