La Conquista de la Obediencia


 

“Es necesario reunir las condiciones apropiadas para garantizar la conquista”

Introducción:

Lectura de Pr. 3:1-8

Le llamamos la “conquista” porque para lograr la obediencia requerimos tener las condiciones necesarias para ganar una guerra.

Para la Segunda Guerra Mundial se nos dice que Wiston Churchill tenía como características “sangre, sudor y lágrimas”, pero, sobre todo, asumió la figura de un país que se unió ante la adversidad, inyectando optimismo a quienes dirigía; esto como primer elemento.

En segundo lugar, Churchill sabía rodearse de críticos constructivos, y aceptaba sus juicios, centralizando y organizando la toma de decisiones. Para Churchill, la mejor manera de evitar el fracaso estratégico en una guerra era mantener una sola mente directriz y un solo poder decisorio.

En tercer y último lugar, Churchill actuaba con principios, con valores morales, con voluntad de servicio a las ideas en las que uno cree. En sus propias palabras, “la única guía de un hombre es su conciencia; el único escudo de su recuerdo está en la rectitud y honradez de sus acciones”

Fuente: www.leadersummaries.com/ver-resumen/como-ganar-una-guerra#gs.MX4JES0

Nosotros vamos a pensar en dos características, propiedades y profundidad.

1- Las Propiedades para conquistar la obediencia. Pr. 3:1-4

  • Una resolución que me da pertenencia. Pr. 3:1

Es el consejo que un padre da a su hijo. La resolución que se debe tomar es guardar la Ley de Dios.

Guardar la Ley para un judío implicaba estar vinculado con el pacto que Dios le dio al pueblo de Israel en el Sinaí.

Nuestra aplicación del texto bíblico implica que debemos de guardar las Escrituras en nosotros, y eso nos conduce a estar vinculados con el pacto nuestro, esto es el Nuevo Pacto.

  • Una respuesta que me conduce a una práctica. Pr. 3:3

Misericordia y Verdad aparecen varias veces juntas en la Escritura. La misericordia y la verdad es el equilibrio de la aplicación de la Ley.

Pr. 14:22; Sal. 25:10, 26:3

“átalas a tu cuello”, la aplicación de estas dos virtudes en el creyente son un collar que tiene el creyente y que otros podrán ver, admirar, desear.

La resolución de guardar la ley, de vincularme con el Pacto me exigirán aplicarlo con misericordia y verdad; y eso será visto, admirado por terceros.

¡Cuántos podremos estar “luciendo” un collar de misericordia y verdad sin ser genuinos! Buscamos una apariencia delante de otros, el texto bíblico acá nos dice que debemos escribirlo en la tabla de nuestro corazón.

Lo externo que mostramos, “el collar”, es el reflejo de algo que está “tallado” en nuestro corazón; esto es algo genuino.

  • Un resultado que aflora un prestigio apropiado. Pr. 3:4

El prestigio apropiado no es otra cosa que buen testimonio, y este delante de Dios y los hombres. Job es un excelente ejemplo de esta verdad bíblica.

Las propiedades para conquistar la obediencia requieren: la resolución de guardar la Escritura, el responder con misericordia y verdad porque están escritas en mi corazón y contar con un buen testimonio.

2- Las Profundidades para conquistar la obediencia. Pr. 3:5-8

Con profundidades queremos decir que es necesario establecer bases, y esas bases se establecen tomando las decisiones correctas; el texto bíblico en cuestión nos da 3 decisiones.

  • El cimiento de las decisiones. Pr. 3:5

Fiarse vs. Propia opinión.

El concepto de “mi propia opinión” aparece 10 veces en las Escrituras, de esas 8 están presentes en Proverbios, las otras dos en Romanos.

¿Qué es mi propia opinión?

Cuando impongo mi criterio sobre los demás y espero que los demás me den la razón. Es cuando me encuentro en una discusión y estoy esperando que se me dé la razón, no estoy dispuesto a considerar otras opciones.

Cuando pongo atención solamente a lo que me interesa.

Pr. 21:2; 24:12

Jehová es el que pesa los corazones.

En la figura de la Justicia representada por la dama que sostiene una balanza y tiene los ojos cubiertos porque no hace acepción de personas, Dios es esa “dama” en este texto, Él no hace acepción de personas. En uno de los platillos de la balanza coloca Su Palabra, y en el otro coloca nuestro corazón, así lo pesa. Si nuestro corazón logra la balanza equilibrada con la Escritura, que está en el otro platillo, indica que nuestro corazón es justo.

Je. 17:9, 10, 14

“perverso” significa “que no tiene cura”.

En el vv. 10 Dios escudriña la mente (corazón en el original); la idea es que Dios escudriña aquella parte consciente nuestra, lo que creemos, pensamos, lo que sabemos que hemos hecho.

Dios prueba el corazón (riñones en el original); los judíos usaban la figura de riñones o entrañas como el asiento de las emociones, lo que nosotros acá en occidente le damos al corazón. La idea entonces es que Dios pone en evidencia nuestras emociones, sentimientos, aún los más ocultos para nosotros mismos.

Ante este corazón que no tiene cura “perverso”, Jeremías le pide a Jehová sanarlo (vv. 14).

¿Cuál es el cimiento? Claramente tomar la decisión de fiarme de Jehová, dado que mi propia opinión descansa en mi “perverso” corazón.

  • El caudillo de las decisiones. Pr. 3:6

Debemos de reconocerlo en todos nuestros caminos. ¿Cómo hacemos esto práctico?

Sal. 139:23, 24; Je. 10:23

Pongamos atención a los últimos versículos del Salmo 139, teniendo presente todo el contexto del Salmo.

David ora para que Jehová examine (otra vez la misma palabra de Je. 17:10) su corazón (en Jeremías fue traducido por “mente”) y le pide que pruebe (se repiten los conceptos) sus pensamientos (riñones).

La manera correcta de reconocerle en todos nuestros caminos es permitiéndole que examine mi mente y pruebe mis emociones.

  • El carácter de las decisiones. Pr. 3:7

La decisión debe tener una moral, esta es el temor de Jehová.

Tengamos una idea de los que es el temor de Jehová

Pr. 1:29; 15:33; escoge la sabiduría.

Sal. 22:23; alaba a Dios.

Sal. 25:14; evidencia que tiene una comunión con Dios.

Sal. 34:9; es aquel que encuentra provisión, satisfacción en Dios.

Sal. 112:1; es doblemente feliz, es el que encuentra deleite en la Palabra de Dios.

Sal. 115:11; son los que confían en Él. Encuentran provisión y protección en Dios.

Sal. 118:4; se goza y reconoce en la misericordia de Dios.

Sal. 128:1; el que teme, anda en los caminos de Dios.

Pr. 14:2; la integridad, la buena moral y la rectitud forma parte de él.

Pr. 24:21; no está con los caprichosos.

Conclusión:

Si queremos tener la conquista de la obediencia debemos tener las propiedades de la conquista y llegar a la profundidad de esta conquista.

Una manera práctica debemos de copiar las oraciones de Jeremías y David, buscar a Dios en oración y pedir que examine nuestra mente y pruebe nuestras emociones.

Audio de la predicación

Es nuestro mayor deseo que este tema sea de exhortación a cada uno de quienes lo escuchen.

Es nuestro deseo que este estudio sea para su edificación, ¡alabado sea el Señor!

2 comentarios en “La Conquista de la Obediencia

  1. Importante el análisis que hace hermano pastor. Dios conoce el corazón y sabe que los seres humanos somos propensos a olvidarnos de su palabra.Nos inclinamos más a buscar las cosas materiales que satisfagan las necesidades de nuestra vida terrenal,y olvidamos atesorar las cosas espirituales,que son eternas y las llevamos consigo al concluir nuestro peregrinaje terrenal.La prioridad de trabajar por el cuidado de la vida interior,es enfatizada en la Biblia(Mateo 5:48,6:33,16:26;Juan 6:28;Efesios 4:22-32;1 Pedro 2:11-21;….).Y esto es algo razonable y muy importante,porque sabemos que nuestro verdadero hogar es el reino de los cielos;la tierra es nuestro hogar temporal,que nos sirve para prepararnos espiritualmente,hacer méritos espirituales para regresar a la presencia de Dios(Juan 14:2-3).Si somos obedientes a los mandatos divinos,hacedores de la palabra de Dios;el Señor nos promete darnos una larga vida,llenarnos de su paz nuestro corazón(Juan 14:27),Vivir en amor divino es un grato reto que tenemos los creyentes,el cual debemos aprender y practicar en todos los asuntos de nuestra vida diaria.Porque el amor divino es incondicional,puro,perfecto y sin restricción,es la forma como Dios nos ama y nosotros como hijos amados,debemos imitar a nuestro Padre celestial(Efesios 5:1-2).Cuando Dios derrama su amor por medio del Espíritu Santo(Romanos 5:5),empezamos un proceso de despojarnos de todo lo mundano,lo imperfecto y lo profano;lo cual nos capacita para atesorar la verdad,amar la verdad y vivir en la verdad;porque la verdad es nuestra fuente de vida,de luz y de amor,para vivir una vida útil,digna y provechosa.Si hacemos eso estaremos honrando y glorificando a Dios,alegraremos el corazón de Dios .Y su gracia,es decir su voluntad en acción,se manifestará en nuestra vida y seremos valiosos instrumentos de Dios para ser de bendición a nuestros semejantes.»Hijo mío,si tu corazón fuere sabio,también a mi se me alegrará el corazón;mis entrañas también se alegrarán cuando tus labios hablaren cosas rectas»(Proverbios 23:15-16).Rendir nuestra libre voluntad(el corazón) y permitir que Dios haga su voluntad en nuestra vida,sin ninguna interferencia de nuestra parte;es una señal que confiamos plenamente en Dios,que reconocemos nuestra incapacidad y limitaciones,que Dios tiene el poder para ordenar nuestros pasos y hacerlos perfectos;a fin de que seamos conformados a la imagen de Cristo(Romanos 8:29;2 Corintios 3:18).Por eso Dios nos exhorta a que seamos diligentes en el cuidado de nuestra vida espiritual,que hagamos partícipe a Dios en todos los asuntos de la vida diaria,hasta en los más mínimos detalles.Porque el gran peligro que tenemos los creyentes,es que creamos que lo sabemos todo y que estamos capacitados de tomar nuestras propias decisiones,dejando de lado a Dios y la verdad.Debemos siempre cultivar buen juicio y prudencia,guardar temor reverencial a Dios y esforzarnos por vivir apartados del mal.Porque el diablo,siempre será nuestro enemigo y buscará por todos los medios que caigamos en las redes de la mentira,para apartarnos de la senda perfecta de la salvación(Juan 10:10;1 Pedro 5:8;,,,).

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