Mueren cientos peces en el Bayas tras un vertido de la azucarera

G.A.T. / Miranda
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Un fallo en la contención del agua residual provoca el escape de miles de litros de una sustancia de origen orgánico. La rápida actuación ayudó a que el vertido no llegara al Ebro

La densa mancha de espuma blanca era visible en varios puntos, como en este junto a la estación de aforo. - Foto: G.A.T.

Azucarera, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), el Seprona y los agentes forestales de la Junta están trabajando de forma coordinada para esclarecer las causas y determinar las consecuencias exactas de un vertido producido por la azucarera al río Bayas. Un suceso que se ha debido a un problema técnico en la instalación molturadora. Fallo que se investiga para determinar si se produjo en el sistema de retención del agua que se acumula en las balsas a las que llegan los líquidos sobrantes del proceso de extracción del azúcar o en el sistema de colector de aguas pluviales.

«La compañía, desde el momento en el que ha tenido conocimiento del incidente, está trabajando para subsanarlo en contacto permanente con las autoridades. Por otro lado, ha abierto una investigación para analizar sus causas y está haciendo todo lo que está en su mano para minimizar con la mayor agilidad posible el impacto en el río: construcción de taludes de contención, colocación de redes a lo largo del río y succión de espumas», explicaban entrada la tarde desde Azucarera.

La consecuencia evidente a simple vista del vertido fue una elevada mortandad de peces. «Llevan toda la mañana sacándolos a mano y llevándoselos en bolsas de plástico», explica un vecino que suele pasear por la zona. Y efectivamente personal de Azucarera -que esta misma semana ha comenzado la campaña- estaba realizando el proceso, después de que los peces murieran por la falta de oxígeno provocada por la sustancia.

Desde la CHE explican que la rápida actuación de la compañía y de los técnicos de la propia Confederación ha permitido que el agua contaminada no alcance el Ebro, en el que el Bayas desemboca a la altura del polideportivo. Y es que se colocaron redes y pantallas de contención cada pocos metros, logrando controlar el agua ‘sucia’, con lo que la afección es relativamente pequeña ya que se localiza entre la planta azucarera y el puente de la carretera de Logroño.

También ayudó a que el vertido no llegara al Ebro el bajo caudal que presenta el Bayas, de apenas 15 centímetros en el momento en el que se produjo, por lo que igualmente el tipo de peces afectados han sido de pequeño tamaño, no siendo tampoco el Bayas en este tramo un río con pesca. Se cree además que la afección al tramo como ecosistema será reducida, ya que el vertido, en principio, no es de un contaminante peligroso ni muy agresivo, por lo que en poco tiempo podría estar restablecida la ‘salud’ habitual del Bayas a su paso por la ciudad.

No obstante, además de la investigación interna de Azucarera, tanto la Guardería Fluvial de la CHE como los agentes Forestales de la Junta están realizando la investigación, que conlleva la toma de muestras y la realización de análisis que definirán qué se ha vertido exactamente.

Del mismo modo desde la Guardia Civil explican que se ha realizado una inspección ocular por parte del Seprona, levantando un atestado y presentando el caso en los Juzgados por si hubiera que depurar responsabilidades, algo que también hará la CHE en el ámbito administrativo.