Manozurda: la vida vista desde el lado izquierdo

Manozurda

es una empresa madrileña dedicada a editar material pedagógico para niñas y niños zurdos y comercializar productos para el uso de la mano izquierda. La empresa nació a raíz de observar las dificultades de coordinación de tres camareros zurdos con sus compañeros, por ejemplo a la hora de colocar las teteras. Los dos fundadores sintieron curiosidad y empezaron a trabajar en la idea de desarrollar materiales para zurdos.

Y es para que este colectivo, que representa casi el 10 % de la población española, “no existía ninguna empresa en Madrid, y prácticamente nada en España”, apunta Odalys Hernández, administradora de Manozurda. En un mundo pensado por y para los diestros, las personas zurdas se encuentran con múltiples problemas para manejar cosas tan sencillas como un ratón de ordenador o un abrelatas.

Manozurda comercializa variedad de productos específicos para zurdos a través de Internet, entre los que se encuentran tijeras con las hojas montadas al revés, abrelatas, lápices, cuadernos, sacapuntas, reglas, kit escolares, cintas métricas, libros y caligrafías pensados para este colectivo. También organizan seminarios sobre la educación del niño zurdo, talleres de escritura para enseñar la técnica correcta de uso de la mano izquierda en colaboración con colegios y asociaciones de padres y madres, así como servicios de asesoramiento por videoconferencia.

Las personas zurdas no arrastran el lápiz al escribir, lo empujan (y a veces agujerean el papel), no ven lo que escriben y es poco frecuente que se les enseñe una dinámica de escritura específica. Todo ello conlleva problemas posturales y una escritura más emborronada y desordenada. En estos seminarios se facilita ayuda a los niños y a sus familias para organizar el espacio de trabajo y sentarse correctamente, con pautas y ejercicios para –por ejemplo –aprender a escribir con la mano por debajo del renglón, sujetar el lápiz con tres dedos y elegir los útiles adecuados.

Si bien la empresa no experimentó grandes dificultades para poner en marcha el proyecto, la cifra de negocio es modesta y en los últimos dos años ha registrado pérdidas. Su administradora comenta que “tampoco hemos tenido facilidades. Consideramos que muchas empresas podrían beneficiarse de un mayor apoyo por parte de las administraciones en el desarrollo del comercio electrónico.”

Manozurda vende exclusivamente a través de Internet. En este sentido, Odalys Hernández conviene que “habría que regular de otra forma las exportaciones por importes bajos, incluyendo los envíos a Canarias, evitando absurdos como tener que pagar 17 euros por un DUA para enviar unos lápices a Santa Cruz de Tenerife, algo que nos ha ocurrido. En conjunto da la impresión de que no existe un gran interés por las pymes.”

A medio y largo plazo, Manozurda tratará de continuar con su proyecto, reduciendo los gastos a la espera de una mejora económica y, apunta su administradora, conseguir “una mayor aceptación de nuestros productos y servicios.”