Editorial

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La Veu de la Central comienza el año llena de nuevos propósitos y con un nuevo formato digital,  sin perder de vista jamás la motivación que le dio vida hace más de un año: La creación de un ágora de reflexión crítica dentro de la Universidad de Barcelona.

En una época como la actual en que lo productivo le gana terreno a lo reflexivo, en que la progresiva instrumentalización de los estudios universitarios reduce cada vez más el lugar del pensamiento crítico, hemos querido, desde la Veu de la Central, crear un espacio donde el tiempo de la “vita contemplativa” sea posible.

Desde que se empezó a aplicar el conocido Plan Boloña, continuamente se nos ha exigido excelencia. Lo que nos lleva a preguntarnos ¿Cómo exigir excelencia, si los medios de los que disponemos se han reducido hasta su mínima expresión? Despidos de personal docente e investigador, recortes en los sueldos, recortes en el anterior sistema de becas, subidas del precio de la matrícula, entre muchas otras cosas. La precariedad en la que se sume la universidad española está provocando una huida masiva de investigadores y licenciados al extranjero lo cual repercute negativamente en el nivel de la enseñanza universitaria, así como en el enriquecimiento social y económico de nuestro país. Y si hablamos a nivel personal, desde cada uno de nosotros como individuos en formación, incluido tú lector, este hundimiento supone la muerte de nuestro presente y futuro. Es decir, la imposibilidad de desarrollarnos como personas libres y críticas, como también, la imposibilidad de ayudar a otros en su camino hacia la emancipación.

Pero el problema es de raíz más profunda y tiene que ver con la instrumentalización del saber, que elimina de una tajada el tiempo necesario para la reflexión. Pensar exige tiempo. El tiempo para detenerse, dejar de hacer y reflexionar. Pero en nuestro mundo de producción en cadena a menudo se confunde la calidad con la cantidad, y éstas como sabemos no son la misma cosa. La reivindicación de la vita contemplativa es la reivindicación del tiempo del pensamiento, del tiempo que nos ha sido secuestrado.

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