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La dictadura de los 'total looks'

Louis Vuitton, Saint Laurent, Dolce & Gabbana o Céline imponen sus condiciones a los estilistas: no se puede alterar el estilismo de pasarela ni mezclar varias marcas distintas
Josefina Andrés

La norma es férrea para cada vez más firmas de lujo: no se puede alterar el estilismo de pasarela ni mezclar varias marcas distintas. Férrea, frustrante y, probablemente, consigue el efecto inverso que el que la marca pretende. Si no se puede alterar la combinación vista en la pasarela, ¿dónde queda el trabajo de una estilista? ¿Dónde queda el factor sorpresa y creativo de una publicación de moda? Esto complica mucho el trabajo de las revistas y del equipo de moda, llegando incluso a cuestionarse su labor.
La tiranía del ‘total look’ se impon e y se pierde la creatividad al hacer los estilismos que marca la firma. ¿Qué habría sido de Grace Coddington si no hubiera podido crear esas maravillosas combinaciones a partir de lo que veía en las pasarelas? ¿A qué se reduciría el trabajo de Carolyn Cerf de Dudzeele ? Mientras el talento de las estilistas sale a relucir en los desfiles (la clave de muchas colecciones de pasarela actuales está en el estilismo), su margen de maniobra se ve reducido en las revistas.

Para los que no estén familiarizados con el proceso de trabajo de una estilista, lo explicamos brevemente: aparte de saber encontrar tesoros en los lugares más inesperados (mercadillos, armarios de amigas, etc), las estilistas mantienen una estrecha relación con las marcas, pues son las que proporcionan el acceso a las prendas de las nuevas colecciones. Las estilistas (al menos las más afortunadas) asisten a los desfiles de las semanas de la moda e identifican sus piezas favoritas, aquellas que protagonizarán editoriales y portadas. Esas prendas tienen que ser solicitadas a la firma o al showroom cuando se quieran utilizar para cualquier sesión de fotos o para que sean prestadas a una celebrity. La firma lo aprueba, envía la prenda por mensajero, la revista la utiliza, y la devuelve. Un dato increíble: a veces las firmas sólo disponen de una prenda por modelo… ¡para todas las revistas!

Josefina Andrés

Como decíamos, la marca tiene que aprobar cada solicitud. Normalmente piden información sobre el fotógrafo, la modelo, la localización, etc, y no suele haber problemas al respecto. No obstante, este proceso se está endureciendo y las marcas ponen cada vez más restricciones para prestar la ropa.

No se puede combinar con prendas de otras marcas, no se puede alterar el look de la pasarela, no cualquier celebrity puede lucir prendas de la firma… Los controles se van intensificando. Este fenómeno se puede relacionar con los cambios de diseñador, cuando las firmas están inmersas en transmitir un nuevo mensaje a la audiencia. Pasó con la llegada de Phoebe Philo a Céline y con la entrada de Hedi Slimane en Saint Laurent. El caso de Louis Vuitton es uno de los más recientes. Desde el fichaje de Nicolas Ghesquière, las revistas se han encontrado con la negativa de la firma al solicitar prendas para incluir en editoriales donde los estilismos se componen a partir de marcas diferentes.

Este fenómeno ya venía dándose a pequeña escala, principalmente entre marcas de lujo. Firmas, sobre todo de joyería y relojes, que no quieren compartir página con otras marcas de menor rango para no perder su estatus de lujo. Pero los casos se van extendiendo a todo tipo de marcas.

Josefina Andrés

Si decimos ‘ Céline ’ la imagen que nos viene a la cabeza es clara: siluetas limpias, tonos maquillaje, minimalismo, sneakers blancas, maxiabrigos, normcore. Para lograr este éxito de identidad capitaneada por Phoebe Philo fue necesaria una estrategia global que incluyó desde la concepción de los espacios de venta hasta una orquestada presencia en editoriales de moda.

Una estrategia donde entran en juego las estilistas. En un momento en el que el estilo se basa en la experimentación con la mezcla de tendencias y marcas, las estilistas son las que van un paso más allá de las pasarelas y reinterpretan las colecciones de los diseñadores para aportar esa imprescindible chispa de creatividad.

Sorprende el caso de Dolce & Gabbana, la última firma en sumarse a esta tendencia. No han cambiado de diseñador y su trayectoria es fácilmente reconocible. “En su caso, es muy fácil identificar su imagen”, señala Estefanía.

Por otro lado, las firmas han encontrado en las bloggers y otras musas del streetstyle la vía perfecta para implantar los ‘total looks’. Encumbradas por su habilidad para combinar prendas de tiendas asequibles, algunas bloggers van sucumbiendo al hechizo de las marcas de lujo y lucen las prendas facilitadas (y pensadas) por las marcas de alta gama.

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