Institutos y zonas de marcha, principales escenarios de la homofobia en Aragón

Las denuncias por agresiones homófobas se triplican en un año en la Comunidad.

Marcha en Zaragoza en el día del Orgullo Gay
Marcha en Zaragoza en el día del Orgullo Gay
Heraldo

Las denuncias por discriminaciones y agresiones, tanto físicas como verbales, de naturaleza homófoba se han multiplicado por tres en apenas un año. La memoria del Ministerio del Interior sobre delitos de odio revela que a lo largo de 2014 se registraron 36 denuncias en todo el territorio aragonés, una cifra muy superior a las once de 2013.


Un volumen de denuncias que, en palabras de Juan Diego Ramos, coordinador del colectivo Somos LGTB de Aragón, "no se corresponde con el número total de agresiones", ya que "hay muchos más casos que no se denuncian al estar ya normalizado que, por ejemplo, se grite 'maricón' a alguien por la calle".


Ramos va más allá y denuncia que, además, "la Policía muchas veces no califica estos casos como delito de odio, sino como una falta". "Lo que recomendamos es que la gente vaya directamente a la Fiscalía a denunciar o que acuda a nosotros para que podamos ayudarles", añade el coordinador de la agrupación.


Acoso escolar


Desde el colectivo vienen notando un incremento de casos de homofobia a lo largo de los últimos años: "Si bien Zaragoza siempre ha sido una ciudad complicada y problemática debido a la existencia de grupos de carácter nazi, detectamos un importante repunte tanto los fines de semana en zonas de fiesta como en los centros educativos". "En los institutos damos talleres de educación afectivosexual. El 70% de los de los chicos y chicas de este colectivo afirma haber sufrido acoso escolar y, de estos, un 43% reconoce haber pensado en el suicidio", apunta Ramos.


En el seno de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales se confirma este problema. La organización, que desde 2012 realiza sus propios estudios y analiza la situación del colectivo LGTB en España, hace especial hincapié en que un 4% de estas agresiones son extremadamente violentas, la mayoría de ellas tienen lugar en un espacio público y un porcentaje nada desdeñable (8%) tiene lugar en centros escolares.


El secretario general de la Federación, Jesús Generelo, subraya que "la orientación sexual y la identidad de género son factores que colocan al alumnado en altísimo riesgo de sufrir acoso escolar. Los centros de enseñanza no son espacios seguros para aquellas personas que no responden a las expectativas de género y que no comparten los roles sexuales de la mayoría".


Además, señalan que "un importante porcentaje de adolescentes sufre violencia, principalmente psicológica, pero también física, a causa de su orientación sexual o su identidad de género, reales o percibidas. Buena parte de ese porcentaje lo hace en silencio".


Problemas en bares


Otra problemática que viene detectando la organización es que "cada vez hay mas gente que no pertenece al colectivo LGTB y que acude a bares de ambiente, donde luego se generan problemas", según Ramos. De hecho, en algunos locales se está llegando a prohibir la entrada de mujeres ya que en muchos casos son chicas que acompañan a amigos gays, y que a su vez son acompañadas por sus novios, generándose malentendidos y discusiones en el interior de los bares.