TIEMPO DE CAMBIOS De un tiempo a esta parte la palabra "cambio" surge de muchas bocas que reclaman entre gritos o susurros, su derecho a formar parte de un sistema que les ha condenado al más desconsiderado ostracismo, el ninguneo. Y somos muchos los que, alentados por vuestras arengas, creemos que si se puede producir el cambio. Y ese cambio se debe producir desde el origen, empecemos por el principio. Buscamos mejorar una sociedad que, desde cero, pueda disfrutar de todo aquello que por derecho le corresponde. Y es ahí, en ese mismo punto, por donde debemos empezar a actuar. Hablo del derecho de un bebé a disfrutar de una maternidad que le permita la evolución y el desarrollo cognitivo necesarios para crecer en un mundo que le otorgue, por naturaleza, la seguridad necesaria. Hablo de un mundo en el que sus padres, y en especial su madre, cuna de su estabilidad, no tenga que inventar tretas y producir mentiras para crecer sin su presencia. Hablo del derecho de una sociedad nueva en la que nuestros hijos no crezcan con el miedo a la pérdida de una madre que debe ausentarse de su lado con 16 miserables semanas de vida. Huelga decir las muchas cosas negativas que supone para un bebé la ausencia de su madre. Huelga decir que somos una especie altricial, que dependemos de los demás para sobrevivir en nuestros inicios. En cambio, sí es necesario recordar cómo es el sueño de la mayoría de los bebés cuando las mamás se incorporan a trabajar. Es importante que se sepa que con 4 meses cambian las fases de sueño a las de un sueño adulto y cada despertar, cada 90 minutos, a diferencia de los adultos, les hace sentir miedo y desorientación. Siendo a esa edad y hasta el año y pico, donde la labor nocturna de los padres se dificulta más que nunca. Del desarrollo de su puesto de la madre trabajadora obvia decir cómo puede ser cuando se lleva días sin dormir más de dos horas diarias. Pero además nuestro necio gobierno hace oídos sordos a las recomendaciones de la OMS, a saber: hasta los 6 meses lactancia materna EXCLUSIVA ( imposible si te incorporas a trabajar) y hasta el segundo año de vida, lactancia materna con alimentación complementaria. Esto es inviable Sólo las madres que pretendemos salir locas en el intento, nos pegamos un año con el pecho de fuera en nuestro trabajo activando el sacaleches. Colgadas al teléfono recopilando información sobre nuestro bebé. Porque las hormonas no te permiten desvincularte y porque sabes que tu bebé te reclama. La odisea de ser mamá en el siglo XXI es lo que ha reducido las tasas de natalidad y lo que está produciendo sociedades envejecidas e insatisfechas, y no como se pretende insinuar, la vagueza o la comodidad de los padres. Desde aquí, desde mi puesto de trabajo, y junto a muchas madres en igual o similar situación a la mía, reclamo, solicito y exijo una BAJA MATERNAL DE UN AÑO DE DURACIÓN Y ya puestos: Reclamo, solicito y exijo un PACTO EDUCATIVO Lo que está ocurriendo en España con nuestros hijos es causa de vergüenza para cualquier español que se precie de serlo. Entremos en agravios comparativos: Noruega: 52 semanas 42 de las cuales son retribuidas al 100% Suecia: 96 semanas con 450 días de retribución. Aún queda mucho por hacer. La política de un país no sólo es economía, pero si hablamos en esos términos un estudio reciente realizado en Reino Unido, mantiene que el ahorro para el sistema sanitario de un país si se alargara la lactancia materna sería de 40 millones de libras, lo que en España se traduce a 50 MILLONES DE EUROS. La cosa está más que clara. Se puede cambiar. Si se quiere hacerlo.