En Europa, el ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental, después de los accidentes de tráfico, en personas menores de 19 años, y en nuestro país representa el 13% de la mortalidad infantil por lesiones. Por ello, y ante el comienzo de la temporada de baño, los pediatras recuerdan que una estrategia esencial de prevención de ahogamientos es la supervisión del niño que se encuentre próximo a cualquier entorno acuático, bien sea piscina, bañera, playa o cubos con agua, entre otros, "entendiendo como vigilancia adecuada cuando la distancia al menor es inferior a la longitud del brazo del cuidador, es decir, tenerlos al alcance", especifican.
Con el fin de evitar posibles riesgos y garantizar un verano tranquilo, Indira Retuerto, pedagoga y educadora social y profesora de natación y matronatación no da unos consejos clave:
Consejos de seguridad en playas y piscinas
- Norma 10/20
- Lo primero de todo será NUNCA DEJARLES SOLOS ni en la piscina ni en la playa, y siempre mantener una CONTINUA VIGILANCIA del niño. Sin dar por hecho que ya hay otra persona (pareja, abuelos, niñera, etc.) vigilándolo. Si por algún motivo necesitamos ausentarnos o hacer otra cosa que nos impida el contacto visual continuo, lo comunicaremos a otro adulto para que tome el relevo. Y ¿cómo realizamos una correcta vigilancia? para ello seguiremos la llamada norma 10/20, que consiste en mirar a la piscina o playa cada 10" y siempre estando en un lugar en el que tardemos menos de 20" en llegar al agua.
- Dispositivos de seguridad
- En el caso de las piscinas colocar dispositivos de seguridad que impidan que el niño llegue solo a la piscina en un descuido, así como mantener un orden para evitar elementos llamativos como juguetes en el agua o alrededores de la piscina, que inciten al niño a acercarse.
- El socorrista
- Tanto en la playa como en piscinas comunitarias, enseñarles a los niños donde está el puesto del socorrista, explicarles que en caso de necesitar ayuda acudan a él, colocarles una pulsera identificativa con el número de teléfono y explicarles que si alguien en el agua necesita ayuda, nunca debemos meternos a ayudarle aunque sepamos nadar, siempre pedir ayuda al socorrista.
- Bañarnos con ellos
- Si los niños aún no saben nadar, NO usar manguitos o flotadores para que jueguen en el agua, no son seguros ni favorecen el aprendizaje. Si no saben nadar nos bañaremos siempre con ellos para darles nosotros el apoyo que necesitan, o utilizaremos material auxiliar de flotabilidad como churros o cinturones de corchitos, pero siempre a nuestro lado.
- Mantenernos cerca
- En el caso de que sepan nadar, hay que tener en cuenta el oleaje, el cansancio, el calor, etc. por lo que no debemos perderlos de vista y siempre mantenernos cerca como hemos explicado en el primer consejo.
- Actividades náuticas con chaleco
- Si vamos a realizar actividades náuticas con los niños o vamos a pasar el día en un barco, evitaremos también manguitos o flotadores, en este caso utilizaremos chalecos salvavidas, siempre homologados.
- Material de rescate
- Si la piscina es privada, o vamos en barco, tendremos material de rescate como pértiga, aro salvavidas, brazo de rescate y, por supuesto, un botiquín actualizado y siempre un teléfono cerca.
- En caso de resaca
- En caso de que en el mar nos encontremos arrastrados mar adentro, nunca intentaremos nadar hacia la orilla contra la corriente, ya que nos agotaremos y la corriente nos lo impedirá por muy bien que sepamos nadar. En estos casos, mantener la calma y nadar en paralelo a la orilla hasta que abandonemos la corriente y entonces podamos salir del agua.
- Medidas preventivas
- Toma medidas preventivas contra el síncope por hidrocución (el mal llamado corte de digestión), evitando la exposición prolongada al sol y el ejercicio físico antes del baño, y siempre, no solo después de comidas copiosas, evitar la entrada brusca al agua.
- Protección solar
- Usa siempre protección solar adecuada a la edad de la persona y tipo de piel para evitar quemaduras, así como usa protección para la cabeza (gorras, sombreros, sombrillas etc. ) y mantente hidratado para evitar golpes de calor.
- Golpes y accidentes
- Previene golpes traumáticos que pueden llegar a ser muy graves, explicándoselo a tus hijos y evitando que se tiren de cabeza en las piscinas y en las zonas de saltos en las playas.
- Ahogamiento secundario
- Si se produce un susto en el agua de casi ahogamiento, permanecer alerta e identificar rápidamente los signos del llamado ahogamiento secundario para una detección temprana. Observa si después de un episodio así tu hijo se siente muy cansado, tiene una tos inusual o sibilancias, un comportamiento extraño, dificultad para respirar o está desorientado y no responde a preguntas. Si observas alguno de estos síntomas acude a urgencias.
- Enseñarles a nadar
- Además te todos estos consejos, recuerda que una correcta enseñanza de la natación y del medio acuático desde bien pequeños es la mejor manera para prevenir y garantizar una mayor seguridad de tus hijos en entornos acuáticos.
- Emergencias
- Recuerda también que, ante cualquier emergencia, debemos protegerlos y evitar sumar más riesgos a la situación. Avisa al socorrista o a emergencias, llamando al 112 y, en el caso correspondiente, seguid sus instrucciones.