Publicado por Leydi Torres Arias
Me llamo Leydi. Dice mi madre -luego de tantos llantos y reclamos de mi parte- que me nombró Leydi porque quería un nombre corto. Cuando le puse delante una lista de nombres cortos que sí me gustaban, y que ella había podido elegir, me dijo que había querido uno que empezara con L, cuando le hice otra lista, me dijo simplemente que Leydi es un nombre con suerte. Desde entonces aprendí que hasta las personas que te quieren, pueden invalidar cualquier argumento con un porque sí. Eso me serviría, durante mi vida adulta, para sobrevivir en Cuba, donde todo se hace porque sí. Me encanta el mar. Lo conocí a los 9 meses de nacida, en Caibarién, un poblado costero de Villa Clara. Tal vez me gustó porque no tragué tanta agua salada ni me embadurné mucho de arena, lo cierto es que cuando tuve edad suficiente para viajar sola, me iba a sentar a orillas del mar. Contra todo pronóstico virgiliano de “la maldita circunstancia del agua por todas partes” de una isla como Cuba, yo nací en una ciudad sin mar: Santa Clara (que de Santa y Clara solo tiene el nombre). Estudié periodismo para aprender a escribir, y ahora escribo para exorcisar el sinsabor que me dejó el periodismo.
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Ejem… cuidadito con las cosas rotas… a veces no tienen arreglo.
tienes razón, no todas…