Del tradicional reparto del bollo y el vino a un pasacalles de gaita asturiana y una exhibición de kárate. El barrio ovetense de Teatinos se convirtió ayer en una sala de espectáculos al aire libre para despedir sus fiestas, que por primera vez han durado tres días. "Estamos muy contentos porque las fiestas han crecido este año y esperamos seguir avanzando en su organización de cara a 2017", señaló Santiago Chamorro, presidente de la Asociación de Vecinos "Paulino Vicente" -de Campo de los Reyes y Teatinos-, promotora de estos festejos.

Unas mil personas estaban llamadas a recoger el bollo durante la tarde de ayer en la sede de la asociación vecinal, en un ambiente animado por el sonido de las gaitas de la banda "Ciudad de Oviedo", que ofreció un pasacalles en el entorno de Puerto de Pajares y Puerto de Tarna, donde durante todo el fin de semana estuvo instalado un mercado medieval en el que podían adquirirse productos artesanos, y una pulpería venida desde Lugo que ofrecía algunas delicias de la gastronomía gallega.

Un poco más avanzada la tarde, las notas de la banda de gaitas "Ciudad de Oviedo" fueron dejando paso a las instrucciones de Ángel Arenas, séptimo dan de kárate y seleccionador nacional de esta disciplina, encargado de abrir una exhibición que sorprendió a los vecinos. "He venido a verla porque el kárate me gusta y no es algo que puedas ver en directo todos los días", explicaba Julio Ovidio.

En efecto, varios miembros de la Federación Asturiana de Kárate, niños y adultos, ofrecieron "una demostración de varios aspectos del kárate, que combina lo tradicional con lo deportivo", apuntó Ángel Arenas. Precisamente lo tradicional, lo "milenario" de este arte marcial, es lo que atrajo al lugar de la muestra a Beatriz Díez, "maravillada" por la habilidad de los karatecas, entre los que figuraban Pablo Arenas, subcampeón del mundo universitario, y José Luis Martínez, sexto dan de kárate, campeón de España y "un estandarte del kárate asturiano", según el seleccionador Ángel Arenas.

Entre tanto, la sede de la Asociación "Paulino Vicente" se convirtió en un foco de solidaridad, con la recogida de alimentos no perecederos en el marco de la "operación Kilo". Ya el año pasado recaudaron unos 800 kilos. "Se está viendo la solidaridad de los vecinos. Ojalá reunamos más comida que en 2015", expresó Santiago Chamorro.