Luis Vicente Guzmán Guzmán: La Mujer y la Masonería

Siempre se ha creído que la masonería es” cosa de hombres”. Y así ha sido en Venezuela ancestralmente. Esta Orden iniciática cuyos orígenes se pierden en las sombras del tiempo ciertamente ha sido “cosa de hombres”. Si buscamos el por qué, entraríamos en un análisis que no es el motivo de este trabajo; no obstante el hombre ha dominado la historia hasta no hace mucho, y la masonería no escapa de este paradigma. Nuestra Orden Masónica, en su natural evolución, ha venido dándole cada vez más responsabilidades a la mujer en partes, y en otros casos en muchas, tareas que tradicionalmente la realizaban los hombres. Vamos a revisar en la historia de la masonería mundial; en la historia del país y en la historia de nuestra Respetable Logia “Sol de Guayana” No 218 el papel que nuestras mujeres han desempeñado dentro de nuestros principios y dogmas.

Ser masón es cultivar y mantener una actitud de altísimo compromiso vivencial, de apertura a la hermandad, al saber, al estudio, la verdad y la justicia, sin importar fortuna, profesión, ubicación social, nivel educativo o cultural. Estoy hablando de algo fundamental en el avance armonioso de la progresividad universal, o sea, la calidad humana. Algo aparentemente intangible, pero tangible, pues si la maldad es imposible de ocultar o disfrazar; la virtud, la bonomía, la sapiencia, el don de gentes, no se puede esconder por más que el individuo actúe dentro de los límites de la más excelsa humildad.
Habiendo sido en principio simples obreros constructores del plantel de edificios europeos desde la edad media, incluyendo museos y catedrales, al ser penetrada por el pensamiento intelectual, abandona sus inicios operativos y manuales, transformándose en un ente filosófico. Pero no abjura de sus inicios y ejecutorias, manteniéndolos con fidelidad y orgullo en el evolucionar histórico, al mantener la acepción etimológica del Freemasón , Francmasón, es decir, albañil libre, los emblemas y gran parte de los rituales; sin aceptar el estatus aristocrático, al perfilarse como una asociación muy amplia, pluripensante, multisocial, liberal en política y religión, pero eso sí, abocada a la superación moral e intelectual de sus miembros y a su perfeccionamiento individual que le permita proyectarse dentro de sí mismo y en el entorno social en los puestos de liderazgo. Ya que sólo pueden ser útil a sí mismo y a los demás, los que poseen preparación adecuada. Un masón que no intente trajinar este camino, no es en verdad un verdadero ser practicante de nuestros principios.
En Venezuela no existen Logias Femeninas regularmente reconocidas debido a que las
Grandes Logias Regulares del mundo estipula que ninguna Gran Logia (federación de logias) puede auspiciar Logias Femeninas bajo pena de caer en irregularidad. Así pues, en nuestro país no existen dichas logias.
Los masones que creemos en la importancia de las damas con una fuerte participación
en los trabajos propios de la Orden, hemos sorteado los impedimentos legales a través de varias vías; como por ejemplo: los comités de damas, asociaciones de amigas de la masonería y de las Logias y un proyecto bien importante denominado “ Consejo Nacional del Rito Venezolano de Adopción”. Estas llamadas Logias de Adopción,
por supuesto, no están jurisdiccionadas a La Gran Logia de Venezuela, sino al Consejo
Venezolano del Rito de Adopción Femenino, con sede en Valencia. Sin embargo, toda Logia Femenina debe estar auspiciada por una Logia Masónica. Para darle visos de legalidad masónica, el Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia de Venezuela,
Otto Medina Villegas, creó una Gran Comisión de Ritos Especiales, cuyas funciones incluyen la coordinación de las Logias de Adopción, para canalizar, informar y programar actividades a aquellas logias bajo la égida de la Gran Logia, que deseen formar una Logia de Adopción.
En nuestro país existen, entonces, Logias de Adopción tutoradas por Logias regulares.
Se ubican en las siguientes regiones: en Caracas Gran Renovación No 27, auspiciada por la Respetable Logia Renovación No 72; en la Victoria, Estado Aragua, Paz y Armonía, auspiciada por la Respetable Logia Victoria No 9 y Minerva, auspiciada por la Respetable Logia Fénix No 8. Otras se encuentran en Los Teques, Guacara y Quiriquire.
Estas Logias tienen todo un fundamento ritualístico y jurídico similar o parecido a la masonería masculina.
Las Dignidades y Oficiales se denominan de la siguiente manera:
-Respetable Maestra
-Inspectora
-Depositaria
-Oradora
-Secretaria
-Tesorera
-Limosnera
-Maestras de Ceremonias
-Expertas
-Introductora y
-El Consejero, quien es el asesor.
En Venezuela los masones estamos impulsando la participación decidida de nuestras mujeres en el trabajo creador de ésta Fraternidad Universal, en provecho de las comunidades mas necesitadas de nuestra patria, en el convencimiento de que la sapiencia, el don de servir, capacidades y talentos de ellas, son realmente el soporte que necesitamos para poder cumplir cabalmente con el mandato interno y espiritual con el cual estamos comprometidos.
En La Respetable Logia Sol de Guayana No 218, el Comité de Damas, integrado por absolutamente todas nuestras esposas, hijas y sobrinas, se realiza un trabajo digno de elogio por su capacidad de integración, filantropía y sensibilidad social que nos enorgullece y son mas las veces que somos desbordados en estas actividades hacia el prójimo. En nuestro Órgano informativo “La Escuadra y El Compás” que se publica trimestralmente, se manifiesta la participación intelectual, pedagógica y de integración de nuestras damas.
En un hermoso trabajo sobre la mujer en la masonería escrito por el Querido Hermano Humberto Camejo, se recopila un interesante bosquejo histórico que no puedo dejar de hacer referencia por su densidad e importancia informativa. Camejo como el que esto escribe, somos de los mas “acérrimos” defensores de que las damas tengan un sitial preponderante en La Orden Francmasónica Venezolana y no descansaremos para que así sea. En este orden de ideas, revisando los más antiguos documentos masónicos conocidos, como El Manuscrito Regius, que se remonta al año 1390 de nuestra era solo se refiere a que los inválidos y los siervos estaban excluidos de pertenecer a la masonería. No habla de la mujer. Igualmente el Manuscrito Cooke de 1450 no lo prohíbe, mucho menos lo menciona. Dice el masón y escritor Humberto Camejo “La Constitución de York (siglo X), el Manuscrito Watson (1440), el Manuscrito Rawlisón,-descubierto en 1796 y escrito en 1436- las Constituciones de la Gran Logia de Hamburgo, así como los estatutos de la Gran Logia, aprobados en 1872 bajo Federico Guillermo; los Principios Básicos reunidos en París en 1523, atribuidos a Leonardo da Vinci, Toscanelli y Américo Vespucio, y en tantos otros como el de Henri Heade (1675), de Tew (siglo XVIII), Phillips 1 y Phillips 2, el de Kilvinning(siglo XVII)
el de Bain (siglo XVII) y muchos otros, en ninguno de estos, aparecen señalamientos que prohiban o veten la presencia de la mujer en la masonería”. En esos tiempos y mas recientemente en los siglos XVII y XVIII las mujeres no eran consideradas personas con derechos, siendo tuteladas por los hombres y uno de los requisitos para ingresar a la masonería es “ser hombre libre y de buena costumbre” y obviamente la mujer no lo era. Fue este el punto donde en las Constituciones que originaron La Gran Logia de Londres en 1717 y redactadas por el pastor protestante Anderson, se descartó a la mujer para la iniciación masónica.
Las Logias de Adopción a las cuales hicimos referencia en párrafos anteriores, se originaron en Francia en 1744 por iniciativa de señor Beauchere y en donde se refugiaron las mas encumbradas damas de la nobleza francesa que veían en la masonería un vínculo hacia posiciones mas libertarias de su entorno social, siendo elegida en 1775 la Duquesa de Bourbon como la primera Gran Maestra durando en el cargo hasta 1780 que resultó electa la Princesa de Lamballe. En las postrimerías de los años 1700 las Logias de Adopción en Francia tuvieron tal auge que, varias Logias tenían su Logia de Adopción, perfectamente regularizadas por La Gran Logia de Francia. Destacamos a la respetable Logia Contrato Social y Las Nueve Hermanas donde se inició Voltaire y fue dirigida por Benjamín Franklin.
Además de las Logias de Adopción, existen las llamadas Logias Mixtas que levantaron columnas a finales del siglo XIX en Francia con la destacada periodista y miembro del movimiento feminista, María Deraismes, quien le da un gran impulso a estas asociaciones llegando a contabilizarse más de 200 Logias en el país galo. Esta combativa mujer junto al Doctor Georges Martin quien fue Senador y Consejero General, lucharon por los derechos civiles y políticos de las mujeres, el laicismo y contra el sectarismo clerical. Ella se inició en la Logia “Les Libres Penseurs du Pecq” en 1882 y pasara la historia como la primera Franc masona y símbolo de la igualdad en la iniciación masónica. En 1893 María Deraismes funda la Logia “El Derecho Humano”, iniciando así el gran movimiento denominado “Orden Masónica Mixta Internacional”. Estas Logias han tenido gran aceptación, inclusive, en América se destacan México y Chile, y en menor cuantía Argentina y Perú.
Para que el lector visualice la importancia sociológica y filosófica de estas organizaciones donde nuestras damas actúan, me permito tomar de la Respetable Logia Mixta Simbólica “Genero Humano” de México, un extracto de su declaración de principios: “La Masonería Mixta es una asociación libre e igualitaria de iniciados en la Francmasonería Universal, hombres y mujeres, que en lo individual, tienen interés y voluntad de progresar y mejorarse integralmente y en lo colectivo, piensan, sienten y actúan en hermandad para el mejoramiento integral del ser humano”. Y así se refiere a la libertad absoluta de conciencia, igualdad basada en la naturaleza, la razón y la justicia sin menoscabo de la raza, nivel cultural, convicción política y religiosa y condición socioeconómica. En esta postura principista, la Masonería Mixta reivindica los más caros postulados a los cuales los libres pensadores estamos comprometidos por convicción, contra el autoritarismo, la intolerancia y la discriminación en todos sus aspectos.
La mujer venezolana ha venido ganando espacios en las diferentes áreas del quehacer nacional basado en su extraordinario talento e incansable trajinar en el mejoramiento de su intelecto y preparación integral que la han encumbrado a sitiales de vanguardia,
traducidos en óptimos resultados en el desarrollo nacional.
Dentro de la Orden Francmasónica Venezolana, la mujer tiene un puesto vital en el desenvolvimiento de la organización, al ser un vínculo perenne con la comunidad donde las Logias trabajan. Sin ellas, la labor que realizamos, no sería efectiva y los resultados no serían los mejores; por ello, los masones somos sus principales aliados para conquistar aquellos lugares que aún, no han recorrido dentro de nuestra Fraternidad.

Econ. Luis Vicente Guzmán Guzmán
Maestro Masón

Fuente: http://www.diarioelprogreso.com/Cuerpo-B08/html/pag06-A.htm