NUTRICIÓN: Variedad de dietas dirigidas a la salud/Trabajo de conciencia

Una de las cosas que primero debe plantearse uno cuando quiere mejorar su salud, es el tipo de alimentación que debe seguir para que esta sea óptima.
Antes de mi diagnóstico estuve un tiempo en el que había dejado de preocuparme por las cosas que comía, aunque siempre había sido alguien muy sana, dada mi profesión, el alto nivel de estrés y el poco tiempo y ganas que tenía por cocinar me llevó a adoptar hábitos no demasiados saludables.
Una vez me diagnosticaron, me puse las pilas y entre ayuda externa y todo lo que fuí leyendo, comencé con una dieta tipo alcalina que me hizo sentirme super bien, en poco tiempo perdí algunos quilitos que me sobraban, mi energía subió y mi piel se puso brillante. Abandoné el consumo de azúcar y todo lo relacionado con lo dulce, de alcohol, de harinas refinadas, comida procesadas o precocinadas, carnes rojas, lácteos de vaca y comencé a introducir en todas las comidas verduras de colores, proteínas de calidad, cereales integrales, licuados de verduras y frutas, infusiones, especias, etc. Estas fáciles pautas me acompañaron durante meses y la sensación fué estupenda. Todo este proceso lo acompañé de complementos naturales con el asesoramiento de profesionales de salud que me ayudaron a sobrellevar mejor los efectos de los tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
Tras el diagnóstico de la recidiva, me desanime mucho y me hizo poner en duda si todo lo que estaba haciendo era suficiente, pues con lo que me había cuidado ¿cómo era posible que estuviera otra vez igual? Así que me puse a investigar y llegué a la dieta cetogénica. Dieta mucho más estricta en la cual se baja mucho el consumo de hidratos de carbono y se suple a nivel energético con el consumo de grasas saludables. El objetivo es mediante el cambio metabólico de la creación de energía necesaria para vivir de forma óptima, en vez de captarla de los hidratos de carbono que provocan un índice glucémico alto en sangre, se obtiene de la grasas manteniéndose así, en cetosis e impidiendo a las células cancerosas el poder obtener la energía que necesitan para sobrevivir y propagarse. En esta dieta, se mira mucho el consumo de calorías diarias, se suele pesar la comida, hay restricción en el tipo de verduras y frutas que se consumen, todas ellas con índice glucémico bajo, y también se mira mucho la cantidad de proteína y el tipo. Desde el plano teórico es muy interesante y existen diferentes escuelas, más menos restrictivas pero todas con sus limitaciones y con el objetivo de conseguir la cetosis. Una de las personas que pienso la plantea super bien es Alfonso Fernández desde su blog Cáncer Integral el cual recomiendo visitar en caso de estar interesado en comenzar este tipo de dieta. En mi caso personal, no me sentó demasiado bien y sentí como mi cuerpo estaba aturdido y debilitado, y por ello, me ví con la necesidad de dejarla y comenzar con algo menos restrictivo y hasta diría, obsesivo pues en un inicio te obliga a estar totalmente pendiente de todo lo que comes. Para mí fué un poco estresante y no resonó con mi cuerpo y forma de ser. Pero sigo creyendo que teóricamente y según resultados demostrados, es muy interesante y a quien le funciona, le va de maravilla. 
Una vez entré en el proceso de aumento de la enfermedad y dada la aparición de la ascitis y todo el proceso inflamatorio que ello suponía, mi aparato digestivo quedó colapsado y con un nivel de energía muy bajito. "Causalmente" llegó ami vida el planteamiento de salud desde la medicina china y me comenzaron a decir que tenía baja energía en el Bazo, sequedad y frío interno y para equilibrar su funcionamiento debía cambiar las pautas de alimentación. De nuevo me vi sumergida en un mundo nuevo totalmente opuesto a la visión cetogénica y con un nivel de disciplina también elevado. Se llama de nutrición energética y en este caso me ha llegado mediante el doctor Jorge Pérez Calvo que ante mi debilidad inicial y falta de apetito me realizó una dieta que ayudara a subir mi nivel de energía. Ahora de nuevo, he introducido la ingesta de cereales integrales a mi vida y por el momento me sienta muy bien. Poco a poco estoy introduciendo cierta verduras, no todas por temas de digestión y la frutas las tengo restringidas, lo que no quita que sea algo traviesa y tome alguna cosa suave y baja en índice glucémico. Desde aquí la proteína que se toma se obtiene de las legumbres y las verduras, además del pescado, se intenta evitar el consumo de carne animal. Los lácteos están prohibidos, al igual que el consumos de azúcar y dulces de todo tipo. 
El objetivo de este post es explicar dentro de mi propia experiencia las conclusiones a las que he llegado. Tipos de dietas saludables hay bastantes, de inicio, todas restringen las mismas cosas en mayor o menor medida:
  • No azúcar ni ingesta de dulces o productos que lleven en su elaboración aźucar como es el pan bimbo por ejemplo. 
  • Disminución del consumo de carnes rojas, o carne animal no ecológica
  • No consumo de lácteos de vaca sustituir por otros de mejor digestión
  • Reducción de ingesta de alcohol, a poder ser evitar
  • No productos procesados, ni embasados
  • Evitar consumo de embutidos
  • Evitar el exceso de sal
  • Evitar refrescos y zumos elaborados
  • Evitar fritos
Pasa algo parecido con las cosas recomendadas, aunque varía según donde se pone el énfasis:
ALCALINA
  • Consumo de verduras de colores en todas las comidas como alimento prioritario
  • Consumo de cereal integral 
  • Proteína vegetal, huevos, pescado a poder ser azúl
  • Zumos alcalinos de frutas y verduras
  • Se recomiendo comer en crudo y con poca cocción (vapor, woks, horno, plancha).
  • Uso de especias variadas
  • Grasas de calidad (aguacate, semillas y frutos secos, aceite pescado, aceite oliva, etc.)
  • Infusiones
CETOGÉNICA
  • Consumo de alimentos con alto % de grasas saludables como es el aguacate; aceite de coco, de oliva, de lino; semillas de lino, chía, sésamo; pescado azúl; menudillos como son los callos, la oreja, patas; frutos secos...
  • Verduras y frutas con bajo índice glucémico, las segundas en  menor cantidad (se priorizan los frutos rojos y bayas).
  • Lácteos vegetales de almendras, coco...
  • Para la elaboración de dulces con estevia o panes se utiliza harina de coco, harina de almendra y de semillas. 
  • Proteína del pescado azul, marisco, carne blanca ecológica. 
  • Todo tipo de cocción saludable (no fritos)
  • Las especias como la cúrcuma, pimienta, canela son muy recomendadas por su cualidad antitumoral y antiinflamatoria. Se recomienda el uso variado de especias. 
  • Beber muchos líquidos (agua, infusiones) para contrarestar el posible estreñimiento de este tipo de dieta
ENERGÉTICA
  • Alto % de consumo de cereales integrales (arroz, mijo, trigo sarraceno, quinoa, amaranto, etc)
  • Verduras acordes al momento en el que se encuentre tu aparato digestivo
  • Proteína vegetal y del pescado (sobretodo blanco)
  • Consumo de algas, alimentos fermentados y derivados
  • Aceite de oliva y sésamo
  • Semillas combinadas con el cereal
  • Se recomienda no comer cosas crudas por la dificultad al digerirlas y cocciones sencillas, con poca aceite evitando siempre los fritos. 
  • Especias según como se tenga el aparato digestivo
Aquí muestro tan solo una pincelada de las características de estas tres tipos de dietas. Todas ellas, sobretodo las dos últimas son bastante más elaboradas y complejas, suelen realizarse con un plan individualizado según el momento y necesidades de cada persona, por ello es de gran importancia a la hora de plantearnos mejorar nuestra alimentación el DEJARNOS ASESORAR POR UN PROFESIONAL pues una dieta mal planificada puede que no nos sea del todo beneficiosa. Por otro lado, dentro de mi experiencia, algo importante es coger conciencia de que nos sienta bien, todos no somos igual y todas las dietas no sirven de igual forma a todas las personas, variará por muchas cuestiones y según el momento que estemos pasando. Algunas de las cosas que nos pueden decir si estamos nutriendonos de forma adecuada son las siguientes:
  • Mi nivel de energía es óptimo. Mi nivel de rendimiento es adecuado dentro de lo normal. 
  • Los baremos en mis analítcas son normales. 
  • Tengo buenas digestiones, sin pesadez, sin exceso de gases. Voy diariamente al baño, sin dificultad, y mis heces no son ni muy blandas ni muy duras. 
  • Me mantengo en un peso saludable.
  • Mi sueño es continuo y reparador.
  • Mi piel denota salud, está brillante y tersa. 
  • No tengo procesos inflamatorios continuos o intermitentes (dolores articulares, de cabeza, lesiones, resfriados, gastroenteritis, etc.)
Del mismo modo, he llegado a la conclusión que comer saludable no puede convertirse en una obsesión que nos haga estar pendiente todo el día y hasta hacernos sentir mal si en un momento dado nos saltamos la pauta, pues lo más importante es ir adoptando unos hábitos saludables, que nos hagan sentir bien, es decir, que se VEAN Y SE SIENTAN y que sean acordes para lo que nuestro cuerpo en un momento dado necesita para estar saludable.
Aprender a escuchar nuestro cuerpo es primordial, dejemos que nuestra intuición nos guíe ante las necesidades diarias y nos daremos cuenta de que la naturaleza es sabia y no nos recomendará nada que no nos vaya bien, aunque para eso, primero hay que aprender a nutrirse con un poco de asesoramiento, que nunca está de más.
Lo que si es cierto, es que de inicio necesitaremos un mínimo de disciplina para ir introduciendo de forma consciente las pautas saludables. No te agobies y ves haciéndolo de forma progresiva, sin prisa pero sin pausa, la idea es que se convierta en cierta manera, en una forma de vivir que de realizar una dieta temporal. En ocasiones, lo más difícil es dejar de consumir azúcar, pues vivimos en un mundo endulzado en exceso, hay que decir muchas veces que no y mirar muchas etiquetas. Pero una vez que hagas tuyos ciertos hábitos, al sentirte mucho mejor, verás como cada vez te cuesta menos. 
Otra cosa que he descubierto es que para comer bien, debemos implicarnos y COMENZAR A COCINAR. Al decir esto muchas personas me dicen que no disponen de tiempo pero de verdad, que querer es poder y se nota la diferencia, además, existen métodos sencillos de almacenaje que nos pueden facilitar mucho el día a día. Yo suelo dejar cocinado varios cereales en tapers y luego tengo preparados varios acompañamientos . Suelo cocinar un día sí, y otro no, pero según como te lo montes se puede alargar. las ensaladas variadas y completas son un buen recurso, el hacer cremas de verduras y congelarlas también, potajes de legumbres, etc. Al final es coger ese hábito también sin pereza e ilusión pues es por nuestro bien.
Otro elemento primordial si queremos disfrutar de una buena salud es optar siempre por PRODUCTOS DE CALIDAD a poder ser ecológicos, de temporada o proximidad. Realmente somos lo que comemos y el exceso de elementos químicos, conservantes, etc. a largo plazo no nos favorecen en absoluto, así que mejor calidad que cantidad. Aprender a comer de forma saludable nos llevará a la aventura de aprender a comprar de manera óptima sin que suponga una ruina para nuestra economía. 

Investigar es divertido siempre que juegue a nuestro favor. Convierte tu cocina en un laboratorio de salud. 

Un abrazo y que aproveche

Conchi Gil 

Comentarios

  1. Me ha encantado leerte como siempre..he aprendido mucho sobre alimentación y gracias a ti..besos

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    1. Muchas gracias bonita! Me alegra mucho que mis escritos y experiencia sean de ayuda.
      Besos

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