«Me conmueve comprobar hasta qué punto los sufrimientos y las angustias aumentan en el corazón de la gente y ¡cuántos quedan atrapados en situaciones extremadamente difíciles! Que hayan sido víctimas de agresiones o de acciones maliciosas, que se trate de personas que le han abierto la puerta al Maligno cometiendo pecados graves, o que sus condiciones de vida sean indignas, etc. ¿son situaciones irreversibles? ¡Estas palabras no existen en el vocabulario de Dios y de sus discípulos! María lo ha dicho de forma muy clara: “¡Por medio del ayuno y de la oración, queridos hijos, pueden obtenerlo todo!” Y también dijo: “Encontrarán una salida aún en casos que parecen imposibles”.

Nuestro amigo Mathieu tenía una preocupación aplastante que amenazaba a toda su familia: la de encontrarse sin recursos al final de su vida laboral. Aunque había sido muy exitoso en su empresa, tenía poderosos enemigos que, por celos, buscaban la forma de hacerlo ir a pique. Nos cuenta:

“En 2009 nuestros hijos ya habían volado del nido familiar y se bastaban por sí mismos. Por lo tanto, nos encontrábamos solos, mi mujer y yo, en una gran casa de 7 habitaciones. Necesitábamos conseguir algo más reducido y vender la casa. Pronto hubo un interesado en comprarla y ni bien firmamos el boleto de compra/venta, alquilamos una vivienda más modesta para tomarnos el tiempo de buscar la casa que nos conviniera. Allí fue cuando comenzaron los problemas. El Banco nos impuso unas condiciones imposibles de realizar para nuestras finanzas y, por no poder solucionar la situación, la venta de nuestra casa no pudo realizarse. Estaba vacía pero teníamos que afrontar el pago de los servicios y el impuesto fiscal, además de tener que pagar un alquiler. Nuestro comprador había desistido de su proyecto de adquirir la casa. Situación insoluble sin otro camino que el de un largo proceso judicial… El Banco nos amenazaba con proceder a un remate judicial a un precio vil. Se presentaban algunos compradores, sin embargo a último momento las operaciones fracasaban. Todas nuestras tentativas de venta terminaban haciéndose agua. No aparecía ninguna solución a la vista. Bloqueo total.

Allí fue cuando me volvió a la mente el mensaje de María: “Por el ayuno y la oración, queridos hijos, pueden obtenerlo todo”. Es por ello que en julio de 2014 decidí ir a Medjugorje para hacer una novena de ayuno a pan y agua, acompañada del rosario diario, de la Eucaristía y de la adoración al Santísimo. En una palabra decidí seguir al pie de la letra las enseñanzas de María. Este tiempo de ayuno transcurrió maravillosamente bien ya que desde el primer día se lo había ofrecido a María, suplicándole que permaneciera a mi lado. En efecto, temía fracasar en el intento. Fue un descubrimiento sorprendente: comía mi pan de ayuno en el restaurante Viktor (cerca de la iglesia), rodeado de peregrinos de cuyos platos se despedían aromas de lo más tentadores como para sazonar mi pan, pero no experimentaba el menor deseo de cambiar de menú.

Ayuno a pan y agua en MedjugorjeA mi regreso, firmamos un nuevo boleto de venta de nuestra casa, pero el problema persistía a causa del bloqueo del Banco. Habíamos firmado ese boleto confiando en María, seguros de su ayuda.

Me daba cuenta que era necesario realizar un esfuerzo adicional. ¡Entonces decidí forzar el desbloqueo del expediente porque hacía más de 4 años que la casa estaba desocupada! ¿No se impondría un segundo ayuno? Sin dudarlo regresé a Medjugorje a fines de octubre de 2014 porque no podía imaginar que María nos dejara desamparados. Entonces le ofrecí una nueva novena de ayuno por todas sus intenciones. ¡Y esta vez fue la vencida! Firmamos la escritura definitiva a principios de enero 2015.

¿Moraleja de la historia? ¡Muy simple! El Reino de los Cielos se gana con la violencia (Mt. 11, 12) y los “violentos” lo obtienen utilizando los medios ofrecidos por el Cielo. Cuántas más bendiciones, sanaciones y liberaciones serían concedidas si, al igual que Mathieu, nos dijéramos: “La Gospa no nos lo dice en vano, ¡sigamos sus indicaciones! Por cierto, ella no pide que hagamos novenas de ayuno, sino que ayunemos dos veces por semana. Muchas personas están dispuestas a someterse a un costoso ayuno terapéutico para mejorar su salud física. ¿Por qué no pensar también en él en casos de situaciones “irreversibles”? Y ¿por qué no aprovechar de este tiempo de Cuaresma para hacer descender sobre nosotros, sobre nuestras familias y sobre el mundo, signos del poder de Dios?»

© Children of Medjugorje del mes de febrero de 2015

Sor Emmanuel

3 comentarios

  1. Más que comentario deseo preguntarles como es el ayuno. Puede ser ayuno todo el día y poder cenar a la noche? O es todo el día pan y agua? Desde ya muchas gracias y bendiciones!

    1. Desde el tercer día de las apariciones la “Gospa” mencionó que era necesario ayunar para obtener la paz. Cuando le preguntaron, “¿cómo debía hacerse?” respondió: “El mejor ayuno es el ayuno a pan y agua”. Y en la vigilia de su Asunción el 14 de agosto de 1984, pidió que se hiciera dos veces por semana; los miércoles y los viernes. No para que de los dos días se eligiera uno, sino para que de los siete días de la semana se eligieran siempre los miércoles y los viernes para ayunar. ¿Por qué los miércoles y los viernes? La respuesta es simple: Porque originalmente eran los días de ayuno de la Iglesia. Los primeros cristianos sustituyeron los días habituales de ayuno de los judíos (lunes y jueves) por el de los miércoles y los viernes. Así consta en la “Doctrina de los Doce Apóstoles”. Una especie de catecismo de los Padres Apostólicos redactado en Siria a finales del siglo II. El primer día de ayuno se hacia por la conversión de los pecadores porque ese día la iglesia recordaba la traición de Judas. El segundo, en unión al sacrificio de Cristo en la cruz. Es un error pensar que dos días de ayuno a la semana es demasiado, o bien, pueden afectar la salud corporal. De ser así, habría que concluir que: “la Virgen viene a enfermarnos”. Y en realidad es lo contrario. Hoy es sabido que muchas enfermedades aparecen por desórdenes alimenticios. Cuando una persona visita un naturista, por lo general, le recomienda ayunar y nadie le rebate. Cuando muchos suben de peso y tienen problemas de salud comienzan a practicar ejercicios. La Virgen, sin embargo, nos invita a ayunar dos veces por semana a pan y agua, y muchos piensan que se ha equivocado. O bien, que no es necesario para su vida espiritual.

      La Virgen ha dicho que: “Con el ayuno y las oraciones se pueden detener las guerras y hasta suspender las leyes de la naturaleza. La caridad no puede sustituir el ayuno. Aquellos que no pueden ayunar pueden ofrecer la oración, la caridad y una Confesión. Todos, sin embargo, excepto los enfermos, deben ayunar.” 21-7-81. “El ayuno que muchos hacen comiendo pescado, en lugar de carne, no es ayuno, sino abstinencia. El verdadero ayuno consiste en renunciar a todos los pecados. Pero es necesario al renunciarlos, hacer participar también al cuerpo.” 12-81. “El ayuno ha sido olvidado en el último cuarto de siglo en el seno de la Iglesia Católica” 5 -84.

      Es preciso recordar, que cuando la Virgen pide ayunar, no está pidiendo pasar hambre, sino sustituir las tres comidas habituales por sólo pan y agua. Los entendidos aseguran, que si durante el día se come suficiente pan y se bebe suficiente agua, se pueden obtener hasta 1200 calorías necesarias para desempeñar las labores cotidianas. No es recomendable, por otro lado, acompañar el ayuno con otras bebidas (por ejemplo café, te, gaseosas) porque pueden afectar el estómago. Cabe destacar, además, que la jornada de ayuno que la Virgen recomienda, concluye con la primera comida del día siguiente. En el idioma español, la raíz etimológica de “desayuno” significa, precisamente, terminar el ayuno (desayuno); comer después del ayuno.

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