La poeta, artista visual y cineasta Cecilia Vicuña nació en Santiago de Chile en 1948, en el seno de una familia de artistas; esto la favoreció e incluso lo expresó así: “Antes de saber escribir, yo inventaba palabras”. Se graduó en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile en 1971 y en 1972 partió a Londres becada por el British Council para estudiar pintura en la Slade School of Fine Arts del University College de Londres. El golpe militar y la instalación de la dictadura pinochetista la llevó a abandonar su país natal, durante algún tiempo recorrió distintos países y finalmente se estableció en New York en 1980.
Su obra poética ha recorrido el mundo, y entre sus libros destacan: Sabor a mí (1973), Siete poemas (1979) Precario/precarious (1983), Luxumei o el Traspié de la doctrina (1983), PALABRarmas (1984), Samara (1986), La Wik’uña (1990), Unravelling Words & the Weaving of Water (1992) La realidad es una línea (1994), El templo (2001) I Tú (2005), Zen Surado (2013), Kuntur Ko (2015), Lo Precario (2016), entre otros. Te invitamos a conocer a esta poeta que con afán artístico expone las contradicciones de la feminidad:
“La mujer ideal”
Desde hace cincuenta años
se ha estado eligiendo en Inglaterra
La Mujer Ideal.
Cada año incontables jovencitas
concursan en los siguientes rubros:
Elegancia
Rapidez de Arreglo
Belleza
Arte de Cocinar
Arte de Planchar.
La más bella y diligente
obtiene el título.
Otros estudiosos han dedicado
su vida a observar los destinos
de las cincuenta Mujeres Ideales
que lucían tan bellas y normales
durante el concurso.
Se llegó a la conclusión
de que treinta de ellas
se habían convertido en alcohólicas,
diez en drogadictas
y otras diez en Dueñas de Casa
relativamente infelices:
Marie José Berlant: después de algunos años
de vagabundaje sexual
casó con un Conde Mayor,
se hizo alcohólica
y hoy descansa
en un asilo de ancianas.
Juana Mardoquí: felizmente enamorada
casó con un profesional,
fueron muy felices
hasta que él se suicidó
y ella gastó los últimos años
de juventud en el amor.
Jovita Desmanes: aficionóse a viajar,
después de varias ofertas,
optó por la soltería.
Dicen que la heroína
fue su única fiel compañía.
Estrella Martínez: visiblemente extrovertida,
alcanzó notoriedad nacional.
La excesiva alegría
dio con ella al fondo
de un canal,
al que se dirigía a toda velocidad
en su Mercedes tapizado de Jaguar.
“Luxumei” (extracto)
Estoy obligada a ser
Un ángel con la pelvis
En llamas.
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Unión complementaria, paridad
La extrema fuerza y la debilidad
El colibrí y el jaguar
La wik’uña y el zorro
La presa y el predador
Nacer y morir
Dar y recibir
Reciprocar, el fundamento de la igualdad.
“Amada amiga” (extracto)
Me gustaría ser hombre
para seducirte y obligarte
a que abandones tu casa
y te olvides de todo,
pero esta idea no me gusta.
Separados y solitarios
los hombres siempre están fuera
y nada necesitan con más urgencia
que estar dentro,
probar alguna tibieza,
altas y bajasmar.
“Carlorubindo antes de los 10 años”
Ésta era una pequeña alemana bizca
luego de masturbarte una semana saltas
la reja de fierro y la haces acostarse
no hay nadie en la casa primero se sube el
vestidito y luego se baja los calzoncitos
y la alemancita quietamente se deja acariciar las nalgas
“bajemos la persiana verde no le digamos a
nadie volvamos por Guillermo franke”
después de todo en el futuro
uno cumple 10 años y le dice a la alemana:
“tiéndete de boca” una alemana bizca
de pelo gris sin mucho ni poco
una carne blanca y después la confesión
para poder hacer la primera comunión.
“El centro del mandala” (extracto)
Besarte no es una solución
que me penetres y languetees
¡no es una solución!
Mirarte ha llegado a ser más íntegro
que besarte
un beso es poco para mí
un coito es demasiado poco
un coito no sabe contener ni expresar
ni satisfacer mi sentimiento de ti.
(…)
“Mastaba”
Me pareció que estaba
asomada en una cascada
del bosque
mientras metías tu mano
en mis nalgas.
Creí que volaba
bajándome del caballo
tu mano en mi sexo
me impulsaba
como pájaro húmedo.
Floté gozosamente
en la ocasión
me mojé hasta las rodillas
y dos lágrimas
me pusieron negras
las mejillas.
“Poema puritano”
Me encanta mi sexo
entre tu sexo y el mío
no sé cuál elegir.
Es que el tuyo
es tan divertido
y el mío tan bonito.
Pero lo que hay
que subrayar
es cómo cabe el tuyo
dentro del mío
siendo tan grande
y de color brillante.
Los sexos son
en sí mismos
perfumados.
Morir con la mano en el sexo.
No con la mano en la mano,
aunque de eso puede encargarse
la otra mano.
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Las fotografías que acompañan el texto pertenecen al artista Boris Davidov.