3/25/2016

¿Jesús con perfil homosexual en los evangelios canónicos?

Pat Condell: ¿Era Jesucristo homosexual?

Para hacer una interpretación del Jesús de los evangelios, es necesario ubicarse en el contexto histórico, económico, geográfico, social y religioso, de este personaje.  Es decir, en las regiones de Judea, Samaria y Galilea, del siglo I de nuestra era,  bajo rigurosas tradiciones religiosas y normas de convivencia social, y bajo el poder político-militar del Imperio Romano, antes de la destrucción del Templo de Jerusalén, por Tito Flavio.  
Para la época, un sujeto soltero a su edad (+/- 30 años), aunque fuera un religioso judío, era mal visto eso de no tener mujer; y, aunque algunos  especialistas, creían que ese Jesús, era una especie de esenio asceta, lo cierto es hoy se sabe, que nada vincula a ese Jesús de Nazareth de los evangelios, con los esenios. Además, luego de excavaciones arqueológicas en Qumrán, se sabe que, incluso, los místicos esenios judíos, -que ya había  mencionado Flavio Josefo-, vivían con sus mujeres e hijos. 
¿Un Jesús con una madre sobreprotectora 
y una figura paterna ausente?  

Los evangelios no muestran expresiones afectivas corporales cercanas con mujeres, tan sólo se revelan algunas como pecadoras o realizando labores, que los varones no realizaban, y por ende de menor credibilidad. Un ejemplo es la narración sobre la mujer samaritana, -presente en el más tardío y por ende más helenizado de los evangelios canónicos-, la cual evidencia no sólo una inconoclasia narrativa en torno a la ortodoxia de la tradición judía, sino también que el tipo de vínculo con la mujer, es más bien, el de un buen "amigo", o "mejor amigo", iniciando la conversación, al pedirle de beber a esta mujer. La narrativa evangélica de este pasaje, deja entrever más bien, que la preocupación de Jesús, es especialmente por su vida sexual, cuando la mujer le responde que: "No tengo marido". Ya por adelantado, conocía toda su vida sexual, pues Jesús sabe que ha tenido cinco maridos, y el que ahora tiene, no es el marido. Tal tipo de conocimiento de la vida sexual de una mujer, por parte de un varón judío, es una muestra latente de la aversión a la heterodoxia sexual de las mujeres samaritanas, muy presente, en la misoginia judaica (Juan 4:1-45), altamente represiva, especialmente de la sexualidad femenina, no tanto de la masculina. Asimismo es otra evidencia, de cuan diferente, es un trato con las mujeres, sin muestras de afecto corporal, las cuales quedan reservadas para otros varones, para sus discípulos y para su discípulo más amado. Este tipo de asimetrías, es un tipo de mensaje velado, sobre la orientación hacia los afectos masculinos de este personaje, más que a los femeninos, dentro de la narrativa de los evangelios. 

En la escogencia de sus discípulos, todos ellos fueron varones; -no se incluyó mujeres-.  Más bien, los evangelios dejan ver, que entre estos varones, había un vínculo íntimo, con contacto físico, expresiones de ternura, caricias en distintas partes del  cuerpo, especialmente la cara e incluso besos (-el de Judas, no fue la excepción-). También se reconoce abiertamente que, entre todos esos varones, Jesús amaba uno en especial, al parecer, Juan. En la narrativa  del Evangelio de San Juan, están presentes las expresiones de afecto y de cercanía entre ambos,  pues, se narra cómo este discípulo amado, descansaba afectuosamente sobre su hombro, muy junticos y acurrucados, una conducta no típica entre varones judíos de la época. 

¿Un mensaje homosexual velado en la Santa Cena de da Vinci?
Si la V es un símbolo de un vínculo sexual, por da Vinci,
"El código da Vinci", especuló erróneamente
que se trataba del amor entre Jesús y María Magdalena, 
Leonardo da Vinci,  siempre se reconoció como homosexual,
a diferencia de Miguel Ángel, que trató de ocultarlo.
Leonardo, dejó de esta forma en evidencia, 
su interpretación sobre el amor entre Jesús y Juan.

Es precisamente, en Evangelio de Juan, en donde se hacen diversas menciones a este discípulo a quien Jesús amaba, sin desvelar nunca su verdadero nombre. Se afirma que está recostado sobre el pecho de Jesús, durante la última cena, y le pregunta qué discípulo le va a entregar (Juan 13, 21-26); también aparece al pie de la cruz, separado de los demás discípulos y junto a la madre de Jesús (Juan 19, 26-27). Es quien corre junto con Pedro hacia el sepulcro vacío (Juan 20, 1-10). También se encuentra al lado de Pedro durante la tercera y última aparición del Jesús resucitado ante sus discípulos en ese Evangelio (Juan 21, 20-22). Posiblemente murió a una edad muy avanzada, pues entre sus seguidores corrió la voz que no moriría nunca (Juan 21, 23).

Aunque se le pretenda matizar este tipo de vínculos afectivos, del Jesús de los evangelios, con otros varones,  justificando el contexto cultural y las costumbres de la época, lo cierto es que no es un comportamiento típico, dentro de las tradiciones del judaísmo de aquella entonces. Todo lo contrario, se asemeja más a los vínculos afectivos entre varones, de la tradición helenística, ya que eran bastante comunes, las prácticas homosexuales con mancebos jóvenes (erómenos), incluso para varones casados, fueran estos nobles o militares. 

Erómeno (ἐρώμενος) griego:
varón joven comprometido 
en una pareja con un hombre adulto,
llamado erastés (ἐραστής)
 
El tipo de manifestaciones de afecto corporal, son una evidencia más bien, de una faceta homosexual, de ese personaje Jesús, de los evangelios canónicos. Aunque el formato narrativo trata de guardar las apariencias en el armario, pues en la tradición ortodoxa judía, la ley mosaica mandaba apedrear hasta la muerte, a los homosexuales: "Si alguien se acuesta con otro hombre como quien se acuesta con una mujer, comete un acto abominable y los dos serán condenados a muerte, de la cual ellos mismos serán responsables." Levitico 20:13. No obstante, los pasajes veterotestamentarios sobre diversos tipos relaciones homosexuales, no son poco frecuentes.
Amor homosexual entre David y Jonatán
en los escritos veterotestamentarios.
"Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán,
muy dulce fuiste para conmigo;
maravilloso fue tu amor hacia mí,
que sobrepasó el amor de las mujeres.
"
2 Samuel 1: 26

La relación afectiva de Jesús con sus apóstoles, muestra el contexto, de lo que podría parecer más bien un noviazgo, más que de amigos o discípulos, sin vínculos corporales. Incluso se les muestra celosos entre ellos, de quien recibía más o menos atención de ese Jesús (Juan 21: 20-25)


En un pasaje del Evangelio de Marcos, se muestra a Jesús, pasando la noche con un joven desnudo. Se narra a un joven usando ropa de lino sobre  su desnudo cuerpo y pasó la noche con Jesús, quien le enseño el misterio del Reino de Dios (y quizás otros misterios). Literalmente: 

"Un joven le seguía cubierto su cuerpo desnudo sólo de un lienzo; y le detienen. Pero él, dejando el lienzo, se escapó desnudo”. (Marcos 14: 51-52). 
¿Por qué este pasaje de Marcos 14, 51-52, es comúnmente ocultado por los curas, pastores, y demás líderes religiosos del cristianismo?, ¿Por qué el énfasis en "cuerpo desnudo" del texto griego original, es disimulado por el común de las traducciones?,  ¿Intentan encubrir esa faceta homosexual del Jesús de los evangelios, como por eones, han encubierto el homosexualismo, presente entre estos mismos curas, pastores y líderes religiosos?.  Un temor, que deja en evidencia, que en los evangelios, es posible develar este perfil homosexual de Jesús.  

Marcos 14, 51-52, es una historia evangélica, que trata de un  joven semidesnudo (sólo un lienzo sobre el cuerpo desnudo) que acompaña a Jesús, y es el último que se queda con  él a solas, luego de ser pillado "chingo" con el Mesías, se da a la fuga avergonzado y al  intentar agarrarlo, deja el  lienzo y huye con las pelotas al aire. Y no es un seguidor cualquiera, es alguien íntimo de Jesús, de su  entera confianza y afecto, como lo presenta el Evangelio de Marcos.  Y esto puede ser probado haciendo una  exégesis del lenguaje griego utilizado en dicho Evangelio: es un joven que acompaña (en griego: "sunakolouthéo") a Jesús, y que en su compañía acostumbra llevar ropas lijeras, un lienzo sobre el cuerpo  desnudo, que lo haría verse "sexy". Este mismo joven, amenazado, deja (en griego: "kataleípo") el lienzo para poder huir (en griego: "phéugo").  El término lienzo ("sindón") aparece dos veces. Es lo que cubre antes, y  desvela después, la desnudez del joven. El ritmo semántico del texto es binario: con-sin, cubre-revela, acompaña-huye. Dos veces aparece también el termino desnudo ("gymnós"). La desnudez del joven parece algo  decisivo para entender el texto. El verbo que Marcos utiliza para relacionar al joven con Jesús no es  común. Marcos no usa el normal "akolouthéo", seguir, verbo de los seguidores, de los discípulos de Jesús. Esto estaría colocando a este joven en el mismo nivel de los otros seguidores de Jesús. El verbo aquí  utilizado es "sunakolouthéo", que constituye una variante compuesta del mismo verbo con la partícula "sun", que puede ser traducida por junto, con. El significado del verbo sería entonces seguir sí, pero seguir  junto, seguir de cerca, acompañar íntimamente. El verbo sugiere una compañía muy especial. La confirmación de esto está en que en todo el Nuevo Testamento el verbo es utilizado solamente tres veces. En Marcos 5,37 se refiere a los tres discípulos (Pedro, Santiago y Juan) que Jesús escogió entre los otros para que lo acompañaran y para que asistieran a la “resurrección” de la hija de Jairo. Y Lucas 23,49 a su vez se refiere sorprendentemente (¿o no?) a las mujeres que lo habían acompañado desde la Galilea y que estaban ahora  presenciando su muerte. La idea del verbo es entonces la de una compañía especial, íntima diríamos. El  joven no es un seguidor cualquiera, entonces. Es alguien íntimo de Jesús. Así parece presentarlo Marcos.

Marcos 14, 51-52, puede ser aunado al pasaje de Juan 13-23: "Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado en el seno de Jesús."(Versión: Reina Valera 1909), referido más que a un discípulo, aun tierno amor de novio, más amado que los otros, y esto es reforzado por contexto Juan 21: 24 "Volviéndose Pedro, ve a aquel discípulo al cual amaba Jesús, que seguía, el que también se había recostado a su pecho en la cena, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de traicionar?" (Idem).  Y, de esta manera es posible develar, una faceta del Jesús de los evangelios canónicos del cristianismo, los cuales muestran un Jesús "Male oriented" (orientado a los varones-machos), lo que hoy llamaríamos "Gay" u Homosexual.

¡Quien tenga ojos que vea entonces!

El polémico Evangelio
secreto de Marcos

El Evangelio secreto de Marcos es un evangelio apócrifo perdido del que se citan dos breves fragmentos en una carta atribuida a Clemente de Alejandría que fue descubierta en 1958 por Morton Smith, y sobre cuya autenticidad existen serias dudas. Según afirma el autor de la carta, durante el siglo II circularon al menos dos versiones diferentes del evangelio de Marcos en la ciudad de Alejandría. Una de ellas, redactada primero, correspondería al actual evangelio canónico de Marcos; la siguiente, escrita después y dirigida a un grupo de iniciados, sería el evangelio secreto de Marcos, al que corresponden los fragmentos citados en la carta. No existe ninguna otra referencia a un evangelio secreto de Marcos en la literatura cristiana conocida. Se sabe, sin embargo, que existió un evangelio de Mateo alternativo, que Ireneo, Jerónimo y otros autores denominan Evangelio de los hebreos. Por otra parte, los manuscritos que se conocen del evangelio de Marcos no son exactamente iguales entre sí, por lo que la idea de que un mismo evangelio circulase en varias versiones diferentes no es en absoluto extraña. Este evangelio resulta enormemente polémico, ya que contiene posibles implicaciones sobre homosexualidad en Jesús, que muchos cristianos podrían encontrar gravemente ofensivas. 

El texto del evangelio secreto

Clemente cita únicamente dos fragmentos del evangelio secreto de Marcos, de los que indica su ubicación en relación con el Marcos canónico. 

Primer fragmento 

Según Clemente este fragmento debe situarse entre Marcos 10:34 y Marcos 10:35. 

"Y llegaron a Betania, y había allí una mujer cuyo hermano había muerto. Llegó, se postró de rodillas ante Jesús y le dijo: 'Hijo de David, ten piedad de mí'. Pero los discípulos la reprendían. Jesús se enfadó y se fue con la mujer hacia el jardín donde estaba la tumba. Y al instante se oyó desde el sepulcro una gran voz; y acercándose Jesús hizo rodar la piedra de la puerta de la tumba. Y en seguida entró donde estaba el joven, extendió su mano y lo resucitó. Y el joven, mirando a Jesús, sintió amor por él y comenzó a suplicarle que se quedara con él. Y saliendo de la tumba, se fueron a la casa del joven, pues era rico. Y después de seis días le dio Jesús una orden; y cuando cayó la tarde vino el joven a Jesús, vestido con una túnica sobre el cuerpo desnudo. Y permaneció con él aquella noche, pues Jesús le enseñaba el misterio del reino de Dios. Y saliendo de allí se volvió a la otra ribera del Jordán.". 

El añadido que los carpocracianos hacía a este fragmento era el siguiente: "estando desnudo con (el otro también) desnudo" (griego: gymnòs gymnô). No indica dónde se situaba este añadido, pero el único lugar lógico donde puede colocarse es después de "y permaneció con él aquella noche". El añadido de los carpocracianos parece entonces insinuar cierta práctica homosexual de Jesús mientras enseña al joven el misterio del reino de Dios. Clemente rechaza esta interpretación. Por otro lado, numerosos autores han señalado las analogías de este fragmento con el episodio de la resurrección de Lázaro (Juan 11:41-44). 

Segundo fragmento

Este segundo texto está situado en medio de un versículo (10:46) del Marcos canónico en que realmente parece que falta algo. Marcos 10:46 dice: "Entonces vinieron a Jericó" e, inmediatamente después, "al salir de Jericó él, sus discípulos y una gran multitud [...]". Esta discontinuidad narrativa ha hecho pensar a autores como Helmut Koester y J. D. Crossan que el evangelio canónico de Marcos es en realidad una versión abreviada -o expurgada- del evangelio secreto.

El texto es el siguiente: 

"Y estaban allí la hermana del joven a quien amaba Jesús, y la madre de éste y Salomé; pero Jesús no las recibió.".

El evangelio secreto de Marcos (Historia) 
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